Un nuevo mapa[1] de la situación global de los omega-3 muestra que los adultos de la mayoría de regiones del mundo presentan unos niveles de ácidos grasos poliinsaturados omega-3 (PUFAs) bajos o muy bajos, especialmente de EPA y DHA. Se trata del primer análisis de este tipo y se espera que los hallazgos puedan utilizarse para elaborar recomendaciones nacionales e internacionales respecto al consumo de omega-3.
Una comprensión global de los niveles de omega-3
El mapa forma parte de una nueva revisión estructurada publicada en Progress in Lipid Research. Se elaboró analizando 298 estudios sobre el nivel de EPA y DHA en el torrente sanguíneo de adultos sanos de todo el mundo, identificando en qué regiones se da un mayor riesgo de enfermedades crónicas. Las regiones con niveles muy bajos en sangre de EPA y DHA (<4%) fueron Norteamérica, Sudamérica y América Central, Europa meridional, Oriente Medio, el Sudeste Asiático y África. Las regiones del mar del Japón y Escandinavia con poblaciones indígenas que no han adoptado los hábitos alimenticios de occidente resultaron tener altos niveles de EPA y DHA (>8%).
Las regiones con unos mayores niveles de omega-3 como Escandinavia y el mar del Japón tienden a consumir una mayor cantidad de pescado que otras regiones y, a menudo, una menor cantidad de ácidos grasos omega-6 procedentes de aceites vegetales. Las regiones con unos niveles bajos de omega-3 son muchas, especialmente en el mundo occidental. Estos resultados podrían ser el reflejo de los hábitos alimentarios así como de la actitud de los consumidores hacia la suplementación.
Implicaciones para la salud pública
Como indica la World Health Organization, se calcula que las enfermedades no contagiosas causan la muerte de aproximadamente 38 millones de personas al año en todo el mundo.[2] Los ácidos grasos omega-3 (especialmente el EPA y el DHA) se relacionan desde hace tiempo con una reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares[3] y declive cognitivo[4]. El texto señala que una parte significativa de la población tiene un mayor riesgo de padecer enfermedades no contagiosas debido a los niveles bajos de omega-3.