Un nuevo análisis realizado en el Reino Unido sugiere que el ácido fólico podría ser eficaz en la prevención primaria de la cardiopatía isquémica cuando no se toma aspirina habitualmente.
El estudio comparó los resultados de dos meta-análisis en los que se evaluó la relación entre la disminución de las concentraciones séricas de homocisteína asociada al ácido fólico y la incidencia de cardiopatía isquémica (1). El primer meta-análisis incluyó 75 estudios caso-control sobre la prevalencia del poliformismo genético de la metilentetrahidrofolato reductasa (MTHFR) (una variante genética frecuente que produce un aumento moderado en los niveles séricos de homocisteína) entre personas con y sin cardiopatía isquémica (CI). El segundo meta-análisis abarcó 14 ensayos aleatorizados controlados de vitaminas del grupo B, que reducen las concentraciones de homocisteína sérica, en la prevención de la CI. Estadísticamente, el primer meta-análisis mostró un riesgo de CI considerablemente mayor en individuos con niveles más altos de homocisteína, debido a cierta mutación del gen de la MTHFR. El segundo meta-análisis, sin embargo, no mostró una reducción significativa del riesgo de CI en los participantes que recibieron suplementos de ácido fólico, pese a la considerable disminución de las concentraciones séricas de homocisteína. Por tanto, los resultados de los dos meta-análisis son contradictorios.
Los investigadores identificaron una posible explicación para esta discrepancia al descubrir que había una diferencia estadísticamente significativa en la reducción del riesgo entre los 5 ensayos con la prevalencia más baja de terapia antiagregante, realizada normalmente con aspirina, y los 5 ensayos con la prevalencia más alta. El ácido fólico demostró actuar solamente de forma preventiva frente a la CI reduciendo los niveles de homocisteína en los casos en los que no se tomó aspirina de forma habitual. Una razón para ello puede ser que esta reducción de la homocisteína por medio del ácido fólico no aumente el efecto antitrombótico de la aspirina y de otros medicamentos antiagregantes en la prevención de la cardiopatía isquémica.
Se ha demostrado que la homocisteína incrementa la activación y agregación plaquetaria, lo cual podría explicar los efectos patológicos de la homocisteína en la enfermedad venosa y arterial. La aspirina inhibe la activación y la agregación plaquetaria previniendo así la trombosis. Dado que la homocisteína ejerce un efecto trombótico debido a su acción sobre la función plaquetaria, el tratamiento concomitante con aspirina (o posiblemente otros fármacos antiagregantes) podría reducir o anular el efecto antiagregante de disminuir los niveles de homocisteína mediante ácido fólico en los ensayos. En opinión de los investigadores, el hecho de que la mayoría de los ensayos incluyera a pacientes con una enfermedad cardiovascular preexistente dejaría abierta la posibilidad de que el ácido fólico resulte útil en la prevención primaria de la cardiopatía isquémica, donde no se suele utilizar aspirina, pero no en la prevención secundaria, donde sí es habitual.