Según una nueva revisión científica realizada en Italia, los suplementos de ácido graso omega-3 podrían reducir los síntomas depresivos en pacientes diagnosticados con desorden depresivo mayor.
El metaanálisis incluyó 19 ensayos aleatorios controlados que investigaron los efectos potenciales de tratar
a pacientes con síntomas de depresión con suplementos con ácido ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA) durante una media de 4 meses (1). El análisis mostró que, comparado con el placebo, el tratamiento con preparados que contenían principalmente EPA (media de 1,93 g), y DHA en menor medida (0,86 g), mejoraron notablemente los síntomas en pacientes diagnosticados con desorden depresivo mayor (DDM) y pacientes con síntomas depresivos, pero no diagnosticados con DDM. Los pre- parados mostraron una eficacia clínica más significativa como terapia adjunta que en monoterapia. Mientras que el tratamiento con ácido graso omega-3 redujo los síntomas depresivos de pacientes con desorden bipolar, no se hallaron efectos significativos en poblaciones jóvenes, en la depresión perinatal, en otras enfermedades primarias que no fueran depresión y en sujetos sanos.
Los investigadores comentaron que se ha demostrado que los ácidos grasos omega-3 son efectivos en la prevención de la enfermedad cardiovascular (ECV) debido a sus efectos antiinflamatorios y cardioprotec- tores (2). Recientemente, se han propuesto nuevas indicaciones terapéuticas para los ácidos grasos ome- ga-3, tales como el tratamiento de enfermedades mentales que incluyen desórdenes depresivos (3). De hecho, algunas enfermedades psiquiátricas como la depresión podrían compartir con la ECV ciertos mecanismos fisiopatológicos, como el incremento en la producción de citocinas proinflamatorias, la disfunción endotelial y el aumento de los niveles de homocisteína en plasma. Los efectos positivos de los ácidos grasos omega-3 en la depresión podrían depender de su abundante contenido fisiológico en el sistema nervioso humano y su papel en la neurogénesis y la neuroplasticidad (4). Además, su capacidad antiinflamatoria podría contrarestar los procesos inflamatorios que suceden en la depresión. Según los científicos, metaanálisis anteriores incluyeron ensayos clínicos con apenas distinción entre los grupos de población, lo cual generó, especialmente debido a la gran heterogeneidad de estos estudios, resultados controvertidos, como beneficio general y efectos insignificantes de los ácidos grasos omega-3 contra los síntomas de depresión.