OLIGOELEMENTOS // HIERRO

Fuentes

La cantidad de hierro procedente de alimentos o suplementos que el cuerpo absorbe y utiliza depende del estado nutricional del hierro de la persona y de si el hierro está o no en forma hemo (el átomo de hierro enlazado en el centro de una gran estructura orgánica en anillo).

Las personas anémicas o con deficiencia de hierro absorben un mayor porcentaje del hierro que consumen (especialmente no hemo) que las que no están anémicas y tienen reservas suficientes de hierro (3, 7).

El hierro hemo procede principalmente de la hemoglobina y la mioglobina presentes en la carne, las aves y el pescado. Se absorbe más fácilmente que el hierro no hemo y su absorción no se ve tan afectada por otros factores dietéticos. Aunque el hierro hemo representa tan sólo el 10–15% del hierro que se encuentra en la dieta, puede aportar hasta un tercio del hierro dietético total absorbido.

Las plantas, los productos lácteos, la carne y las sales de hierro añadidas a los alimentos y suplementos son fuentes de hierro no hemo. Su absorción está fuertemente influida por potenciadores (p. ej., la vitamina C, el ácido cítrico y láctico, la carne, el pescados y las aves) e inhibidores (p. ej., el ácido fítico, los polifenoles y la proteína de soja) presente en la misma comida (3, 7, 11, 1).

Los suplementos de hierro son indicados para la prevención y el tratamiento de la deficiencia de hierro. Las personas menos propensas a padecer deficiencia de hierro (p. ej., los hombres adultos y las mujeres posmenopáusicas) no deberían tomar suplementos de hierro sin someterse previamente a un examen médico adecuado. Existen varios suplementos de hierro, cada forma diferente ofreciendo distintas cantidades de hierro elemental (26).