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Influencia de los micronutrientes en la diabetes tipo 2

Publicado

14 noviembre 2017

La diabetes tipo 2 (DT2) es una enfermedad crónica causada por un deficiencia de insulina o resistencia a la insulina, que conduce a una alteración del metabolismo de la glucosa y los lípidos (1).  La diabetes tipo 2 representa el 90-95 % de los casos de diabetes (2). En 2013, aproximadamente el 8,3 % de la población mundial padecía DT2 (3).

La diabetes 2 se desarrolla más lentamente que la diabetes tipo 1 y resulta a menudo difícil de detectar. Suele afectar a personas adultas mayores de 40 años, salvo en el caso de poblaciones de origen afro- caribeño o del Sudeste Asiático, donde la enfermedad se observa ya a partir de los 25 años. En estos grupos étnicos la incidencia de DT2 también es mucho más alta. La DT2 tiene un fuerte componente hereditario, lo que significa que el riesgo de desarrollar la enfermedad es 2 a 6 más alto si nuestros padres o algún hermano ya la padecen. Los síntomas característicos incluyen úlceras o heridas que tardan en sanar, fatiga y visión borrosa. Unos niveles de glucosa más altos de lo normal suministran el caldo de cultivo perfecto para la proliferación de microorganismos patógenos.

La DT2 se asocial a otras enfermedades como la dislipidemia, la obesidad y la hipertensión, que componen juntas lo que se conoce como síndrome metabólico o síndrome X.

Actualmente no existe una cura para la diabetes tipo 1 o tipo 2, pero sí se puede tratar mediante la administración de insulina, llevando una dieta sana y practicando ejercicio regularmente.

Vitamina D

Un estudio poblacional de 2011 realizado en Australia durante un periodo de seis años indicó que las personas con unos niveles séricos bajos de la forma activa de la vitamina D (25 hidroxivitamina D) pueden tener un mayor riesgo de desarrollar DT2 (4). Otros estudios recientes (5) también han demostrado que unos niveles séricos altos de vitamina D ayudan a proteger contra la diabetes, concretamente mejorando la sensibilidad a la insulina y la función de las células beta, y estabilizando los niveles de HbA1c (un factor de riesgo de DT2).

Un estudio reciente llevado a cabo en Australia (6) ha analizado los datos de 3393 adultos australianos que participaron en la encuesta Victoria Health Monitor de 2009–2010. Los investigadores constataron una asociación clara y significativa entre unos niveles séricos altos de 25 hidroxivitamina D y unos valores plasmáticos bajos de glucosa en ayunas (GPA) y de Hb1Ac, incluso después de tener en cuenta los ajustes por factores sociales, dietéticos y del síndrome metabólico.

Vitamina E

A pesar de que los estudios observacionales indican que la vitamina E tiene una acción protectora contra la enfermedad cardiovascular, los estudios de intervención en la población general no han demostrado ningún efecto. Generalmente, las personas con diabetes tipo 2 tienen unos niveles de vitamina E más bajos que las del grupo de control. El estudio ICARE (7) administró a pacientes diabéticos una dosis diaria de 400 UI de vitamina D y determinó el genotipo de la haptoglobina (Hp) de cada uno de ellos. La haptoglobina tiene la importante función de eliminar la hemoglobina libre de la sangre. El estudio demostró que los individuos diabéticos portadores del genotipo Hp 2-2 presentaban un mayor riesgo de fallecer a causa de un evento cardiovascular que otros genotipos, si bien este riesgo se pudo normalizar con una dosis diaria de 400 UI de vitamina E. Las personas diabéticas que poseen el genotipo Hp2-2 por lo general presentan unos niveles más altos en los marcadores de estrés oxidativo que otros genotipos, por lo que el potente efecto antioxidante de la vitamina E proporciona un posible mecanismo protector.  Este efecto se corroboró en un posterior análisis retrospectivo de subgrupos de los estudios HOPE y WHS (8).

Coenzima Q10

La neuropatía diabética periférica (NDP) es la complicación más frecuente en las etapas avanzadas de la diabetes tipo 1 y tipo 2. La NDP se inicia con dolor severo, que deriva en pérdida de sensibilidad a medida que avanza esta afección. Estudios recientes en animales han señalado que una intervención temprana con la coenzima Q10 ayuda a aminorar el grado y la progresión de NDP en los diabéticos (9).

Ácidos grasos omega-3 de origen marino

La retinopatía diabética ocurre cuando el exceso de glucosa produce alteraciones estructurales en los vasos sanguíneos de la retina. Hoy en día, es la causa más común de pérdida de visión entre las personas mayores con diabetes tipo 1 y tipo 2, y la principal causa de deterioro de la agudeza visual y ceguera entre los adultos en edad de trabajar (10). En los estadios iniciales de esta enfermedad, se produce un estrechamiento de las arterias retinianas que va asociado con una reducción del flujo sanguíneo y disfunciones de las neuronas de la retina. En etapas posteriores, se producen cambios en el exterior de la retina que ocasionan una pequeña pérdida inicial de la agudeza visual. A medida que la enfermedad avanza, la membrana basal de los capilares retinianos se hace más gruesa, los capilares se deterioran (impidiendo el flujo de sangre) y se forman en sus paredes pequeñas protuberancias con forma de globo (microaneurismas) que dan lugar a una disfunción y degeneración de las neuronas retinianas y las células gliales (11, 12). En esta etapa, se produce una pérdida importante de visión que puede derivar en ceguera.

Un artículo reciente (13) proporciona las primeras evidencias de que la ingesta regular de ácidos grasos omega-3 de origen marino ayuda a retrasar la aparición de retinopatía diabética en adultos mayores con diabetes tipo 2. El estudio observacional presenta un subgrupo de datos del ensayo controlado aleatorizado PREDIMED llevado a cabo en España (14), en el que se evaluó a los participantes conforme a una serie de criterios de valoración clínica después de haber seguido varios tipos de dieta mediterránea. Para ello se utilizó un cuestionario de frecuencia de consumo validado que permitió hacer una evaluación realista de la ingesta de ácidos grasos omega de origen marino. El subgrupo de la cohorte estaba formado por 3482 personas mayores con diabetes tipo 2 y una media de edad de 67,5 años. Durante el seguimiento, que duró una media de 6 años, el 0,17 % del grupo que consumió más de 500 mg diarios de omega-3 de origen marino desarrolló retinopatía diabética frente al 0,49 % del grupo que consumió menos de 500 mg al día. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha autorizado una declaración de propiedades saludables del ácido docosahexaenoico para el “mantenimiento de la visión en condiciones normales” en los alimentos que contribuyan a fomentar una ingesta diaria mínima de 250 mg del ácido omega-3 de origen marino DHA (15).

La dislipidemia diabética se caracteriza por la hipertrigliceridemia y se considera un importante factor de riesgo de diversas complicaciones macrovasculares. Un estudio (16) en el que participaron 105 pacientes con diagnóstico reciente de diabetes demostró que la administración de 500 mg de metformina y 1 g de EPA y DHA dos veces al día durante 12 semanas consiguió reducir drásticamente los niveles de triglicéridos y restaurar el equilibrio de lípidos en la sangre.

A meta-análisis publicado recientemente (17) ha revelado una compleja relación entre la ingesta de ácidos grasos omega-3 de origen marino y la diabetes tipo 2. Se descubrió que, con una ingesta de 430 mg al día de EPA, DPAn-3 y DHA, el riesgo de DT2 disminuía en las poblaciones asiáticas, pero aumentaba en las poblaciones occidentales. Sin embargo, dosis diarias más altas a partir de 1 g demostraron tener una acción protectora.

Cada vez existen más evidencias que confirman el papel que puede tener el estado de micronutrientes en los síntomas de esta preocupante enfermedad.

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REFERENCIAS

  1. DeFronzo RA; “Insulin resistance, lipotoxicity, type 2 diabetes and atherosclerosis: the missing links”; The Claude Bernard Lecture 2009, Diabetalogica 2010; 53: 1270-87.
  2. American Diabetes Association; “Diagnosis and Classification of Diabetes mellitus”; Diabetes Care 2014; 37 (suppl 1): S81-90.
  3. Guariguarta L; “Contribute data to the 6th edition of the IDF Diabetes Atlas”; Diabetes Res Clin Prac 2013; 100; 280-1.
  4. Gagnon C, Lu ZX, Dunstan DW et al.; “Serum 25-hydroxyvitamin D, calcium intake, and risk of type 2 diabetes after 5 years: results from a national, population-based prospective study (the Australian Diabetes, Obesity and Lifestyle study)”; Diabetes Care 2011; 34(5): 11133-1135.
  5. Nagpal J, Pande JN & Bhartia A; “A double-blind, randomized, placebo-controlled trial of the short-term effect of Vitamin D3 supplementation on insulin sensitivity in apparently healthy, middle-aged, centrally obese men”; Diabet Med 2009: 26(1): 19-27.
  6. Pannu PK, Piers LS, Soares MJ et al.; “Vitamin D status is inversely associated with markers of risk for type 2 diabetes: A population based study in Victoria, Australia”; PLoS ONE 2017, 12(6), 1-14.
  7. Blum S, Vardi M, Brown JB et al., “Vitamin E reduces cardiovascular disease in individuals with diabetes mellitus and the haptoglobin 2-2 genotype”; Pharmacogenomics. 2010; 11(5): 675–684.
  8. Vardi M, Blum S and Levy AP; “Haptoglobin genotype and cardiovascular outcomes in diabetes mellitus — natural history of the disease and the effect of vitamin E treatment. Meta-analysis of the medical literature”; Eur J Intern Med. 2012; 23(7): 628–632.
  9. Shi T-J S, Zhang M-D, Hugo Zeberg H et al.; “Coenzyme Q10 prevents peripheral neuropathy and attenuates neuron loss in the db−/db− mouse, a type 2 diabetes model”; PNAS 2013; 110(2): 690–695.
  10. National Eye Institute; “Facts About Diabetic Eye Disease”;  https://nei.nih.gov/health/diabetic/retinopathy .
  11. Xu H, Curtis T & Stit A; "Pathophysiology and Pathogenesis of Diabetic Retinopathy": Diapedia 13 August 2013. 7104343513 (14). doi:10.14496/dia.7104343513.14..
  12. Pardianto G; et al. (2005). "Understanding diabetic retinopathy". Mimbar Ilmiah Oftalmologi Indonesia. 2: 65–6
  13. Chew EY, “Dietary Intake of Omega-3 Fatty Acids from fish and risk of diabetic retinopathy”; JAMA June 6, 2017; 317 (21):2226-7.
  14. Sala-Vila A Díaz-López A,  Valls-Pedret C  et al.; “Dietary Marine ω-3 Fatty Acids and Incident Sight-Threatening Retinopathy in Middle-Aged and Older Individuals With Type 2 Diabetes Prospective Investigation From the PREDIMED Trial”:  JAMA Ophthalmol 2016; 134(10); 1142-1149.
  15. Official Journal of the European Union 25.2.12, Commission regulation (EU) 432/2012 of 16th May 2012.
  16. Chauhan S, Kodali H, Noor J et al.; “Role of Omega-3 Fatty Acids on Lipid Profile in Diabetic Dyslipidaemia: Single Blind, Randomised Clinical Trial”; J Clin Diagn Res. 2017 Mar; 11(3): OC13–OC16.
  17. Chen C, Yang Y, Yu X et al.; “Association between omega‐3 fatty acids consumption and the risk of type 2 diabetes: A meta‐analysis of cohort studies”;  J Diabetes Investig. 2017 Jul; 8(4): 480–488.

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