Una concentración anormalmente baja de potasio en el plasma sanguíneo (‘hipocalemia’) suele darse como consecuencia de una pérdida excesiva de potasio; p. ej., después de vómitos prolongados, el uso de algunosdiuréticos, ciertas formas de enfermedades renales o problemas metabólicos.
Las condiciones que aumentan el riesgo de padecer hipocalemia incluyen el uso de diuréticos eliminadores de potasio (p. ej., diuréticos tiazídicos o furosemida), alcoholismo, vómitos severos o diarrea, uso excesivo o abuso de laxantes, anorexia nerviosa o bulimia, disminución de magnesio y fallo cardiaco congestivo (27).
En casos excepcionales, el consumo habitual de grandes cantidades de regaliz negro ha derivado en hipocalemia.
Un escaso consumo de potasio no suele derivar en hipocalemia (27).
Los síntomas de una concentración anormalmente baja de potasio en el plasma sanguíneo (‘hipocalemia’) están relacionados con alteraciones del potencial de membrana y el metabolismo celular; e incluyen fatiga, debilidad muscular y calambres, distensión abdominal, estreñimiento y dolor abdominal.
La hipocalemia severa puede desembocar en pérdida de la función muscular (‘parálisis muscular’) o un ritmo cardiaco anormal ('arritmias cardiacas’) que puede ser fatal (2, 25).