VITAMINA B1 // TIAMINA

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Advertencia: 
Cualquier tratamiento dietético o farmacológico con altas dosis de micronutrientes puede anular los propios mecanismos de control del organismo. Por lo tanto, las terapias con micronutrientes pueden ir asociadas con potenciales efectos secundarios y toxicidad. No es recomendable utilizar altas dosis de micronutrientes sin supervisión médica.

Síndrome de Wernicke-Korsakoff

El síndrome de Wernicke-Korsakoff es un trastorno cerebral causado por una deficiencia de vitamina B1 (tiamina). El síndrome es en realidad dos afecciones: La enfermedad de Wernicke consiste en daños en el sistema nervioso central y periférico y suele estar causada por una desnutrición a consecuencia del consumo habitual de alcohol. El síndrome Korsakoff se caracteriza por un deterioro de la memoria y daños en los nervios.

Se ha demostrado que altas dosis de tiamina mejoran la coordinación muscular y disminuyen la confusión, pero raramente mejoran la pérdida de memoria (6).

La tiamina se ha convertido en el único suplemento vitamínico administrado con regularidad por vía intravenosa (‘parenteral’) para tratar el alcoholismo extremo y el síndrome Wernicke-Korsakoff en los servicios de urgencias de los hospitales.

Enfermedad de Alzheimer

Dado que la falta de vitamina B1 (tiamina) puede causar demencia en el síndrome Wernicke-Korsakoff (ver arriba), se ha sugerido que la tiamina podría ayudar a reducir la gravedad de la enfermedad de Alzheimer.

Una revisión reciente de ensayos aleatorizados controlados realizados en pacientes con demencia del tipo Alzheimer no halló ninguna prueba de que la tiamina fuera un tratamiento útil para combatir los síntomas de la enfermedad (7).

Es necesario seguir investigando antes de poder proponer la tiamina como un tratamiento efectivo para la enfermedad de Alzheimer.

Fallo cardiaco congestivo

El fallo cardiaco congestivo (CHF por sus siglas en inglés), es una afección que hace que el corazón no pueda bombear suficiente sangre a los órganos del cuerpo. Es una enfermedad común, sobre todo en las personas mayores. Al igual que en la población en general, se estableció que los pacientes mayores de CHF corren un mayor riesgo de una deficiencia de vitamina C1 (tiamina) que los más jóvenes (8). Se ha comprobado que los diuréticos utilizados en el tratamiento del CHF, especialmente la furosemida, aumentan la excreción de tiamina, lo cual podría ocasionar una deficiencia marginal de tiamina (9).

Actualmente, la importancia de la suplementación con tiamina para mantener la función cardiaca en pacientes con CHF sigue siendo controvertida. Las conclusiones de los estudios publicados hasta ahora (10,11) son limitadas, debido al reducido tamaño de las muestras, la falta de un diseño de estudio aleatorizado controlado y la necesidad de ensayos más precisos del estatus nutricional de la tiamina.

Cáncer

Puesto que se ha observado una deficiencia de vitamina B1 (tiamina) en algunos pacientes de cáncer con tumores de rápido crecimiento, es habitual la suplementación de tiamina a tales pacientes para prevenir la deficiencia.

Algunos expertos han teorizado que demasiada tiamina podría, en realidad, impulsar el crecimiento de las células cancerígenas (12), puesto que las células cancerígenas que se dividen con rapidez requieren una gran cantidad de tiamina debido a un mayor nivel de ácidos nucleicos (13).

No obstante, no hay pruebas disponibles de estudios realizados con humanos que apoyen o refuten esta teoría. Los pacientes de cáncer que esté considerando suplementarse con tiamina deberían discutirlo con su médico.