La vitamina B5 es un componente de la coenzima A (CoA), una coenzima esencial necesaria para las reacciones químicas que generan energía a partir de los alimentos (grasas, hidratos de carbono y proteínas). La síntesis de grasas esenciales, colesterol y hormonas esteroides requiere CoA, al igual que la síntesis del neurotransmisor acetilcolina, la hormona melatonina y el hemo, un componente del pigmento hemoglobina, que transporta oxígeno en los glóbulos rojos. Además, el metabolismo de una serie de fármacos y toxinas en el hígado también requiere CoA (3).
La coenzima A fue llamada así por su papel en las reacciones de acetilación, la adición de un grupo acetilo (-COCH3) que ha sido donado por la CoA. La acetilación de proteínas afecta a la estructura tridimensional de las proteínas, alterando posiblemente su función en la expresión genética, la división celular y la señalización celular (4).
La proteína portadora de acilo necesita vitamina B5 en forma de 4-fosfopanteteína para su actividad como enzima en la síntesis de ácidos grasos, un componente de algunas moléculas grasas (lípidos) esencial para el funcionamiento fisiológico normal de la transmisión nerviosa y de las membranas celulares (4, 5).
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que presta asesoramiento científico a los responsables políticos, ha confirmado que se han demostrado unos claros beneficios para la salud de la ingesta de ácido pantoténico (vitamina B5) en la dieta, ya que contribuye a lo siguiente: