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  • 2013

La ingesta adecuada de yodo es esencial durante el embarazo y la lactancia

Publicado

11 enero 2013

Los investigadores han alertado de que la ingesta de yodo en los Estados Unidos está disminuyendo, lo que podría repercutir negativamente en la madre y el feto.

Investigadores estadounidenses han analizado en una publicación reciente el problema cada vez más acuciante de la deficiencia de yodo en las mujeres embarazadas en los EE. UU. y las posibles consecuencias negativas para la salud de las madres y de sus hijos (1). En su opinión, es hora de que todos los profesionales de la salud se aseguren de que las mujeres reciban yodo suplementario durante la gestación y el periodo de lactancia. Preocupa el hecho de que incluso una deficiencia leve de yodo durante el embarazo pueda afectar el desarrollo intelectual del niño. Otros riesgos del déficit de yodo son la aparición de bocio en la madre y el feto y una mayor incidencia de abortos y mortalidad infantil.

El organismo humano no produce yodo de forma natural, por lo que es necesario obtenerlo a partir del consu-
mo de alimentos ricos en yodo o suplementos. Ese oligoelemento es imprescindible para la producción de la hormona tiroidea, la cual tiene un papel fundamental en el desarrollo neurológico del feto. Las organizaciones nacionales e internacionales de la salud recomiendan actualmente a las mujeres embarazadas la ingesta diaria de al menos 150 microgramos de potasio y yodo. Las directrices de la Asociación Americana de la Tiroides, la Sociedad Endocrina y la Sociedad de Teratología recomiendan suplementos diarios de yodo para las mujeres estadounidenses que estén embarazadas, en periodo de lactancia o que planeen un embarazo. Sin embargo, estas recomendaciones no han sido ampliamente adoptadas, y muchos de los multivitamínicos prenatales a la venta no contienen yodo. Estudios anteriores han demostrado que aproximadamente solo un 20 por ciento de las mujeres en EE. UU. toma suplementos con yodo. La deficiencia de yodo sigue siendo la principal causa de retraso mental evitable en todo el mundo. Los investigadores confían en iniciar un debate en la comunidad médica sobre cómo proteger mejor la salud de las mujeres embarazadas y de sus hijos.

REFERENCIAS

  1. Stagnaro-Green A. et al. Iodine supplementation during pregnancy and lactation. JAMA. 2012; 308(23):2463-2464.

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