Professor Kathryn Dewey, Nutrition Department, University of California, Davis, USA
El sur de Asia suma la mitad de los bebés con bajo peso al nacer (BPN) del mundo. En Bangladés, el 37 % de todos los bebés presentan BPN, de los cuales un 30 % sufre emaciación (bajo peso por estatura) y un 20 % retraso del crecimiento (baja estatura por edad). Este mal comienzo en la vida provoca un crecimiento y un desarrollo posteriores también deficientes durante la infancia y una vulnerabilidad mucho mayor ante las enfermedades crónicas durante la edad adulta (2).
Aunque Bangladés ha podido reducir la mortalidad infantil, recientemente no se han producido cambios en los niveles de retraso del crecimiento y emaciación. Además, el nivel de deficiencia de micronutrientes en las mujeres en edad reproductiva sigue siendo alarmante. La complementación con hierro y ácido fólico puede reducir la anemia y el BPN (3), pero el uso de una complementación más exhaustiva con múltiples micronutrientes (MMN) puede comportar otras ventajas y ha demostrado reducir el BPN cerca de un 10 % en los países de renta baja (4).
Los MMN pueden suministrarse en forma de complemento lipídico fácil de ingerir con una dosis de solo 20 g al día. Mrindha et ál. (1) realizaron un ensayo controlado con mujeres embarazadas y lactantes de zonas rurales de Bangladés para comparar el complemento basado en lípidos con intervenciones de un MMN tradicional en polvo y un comprimido de hierro (60 mg) y ácido fólico (400 μg). El complemento basado en lípidos de 20 g contenía un 50 % de grasas y producía 118 kcal. El componente lipídico consistía en un 46 % de ácido linoleico y un 5,9 % de ácido alfalinolénico. Las vitaminas utilizadas fueron vitamina A, C, tiamina, riboflavina, niacina, ácido fólico, ácido pantoténico, B6, B12, D, E y K y como minerales se emplearon zinc, cobre, hierro, calcio, fósforo, potasio, magnesio, selenio y yodo.
Al examinar a las madres que habían ingerido el complemento basado en lípidos, se registró una reducción del 17 % en microcefalia, del 11 % en BPN y del 13 % en emaciación entre los recién nacidos.
Como se preveía, a quienes más ayudo el complemento de MMN con base lipídica fue a las participantes con mayor inseguridad alimentaria. Aquí se observó una disminución del 36 % en el retraso del crecimiento y un aumento de 0,5 semanas en la duración del embarazo. También se constató que la edad de la madre es muy importante para la eficacia del complemento lipídico de MMN. Aunque este redujo en un 21 % el retraso del crecimiento de los neonatos entre las madres de 14 a 24 años, no se observó ningún efecto significativo entre las mujeres de más edad.
Según la profesora Dewey y su equipo, «la complementación con múltiples micronutrientes basados en lípidos durante la gestación redujo el retraso del crecimiento, la emaciación y la microcefalia en los neonatos de la población del estudio».