El abanico de posibles beneficios que se pueden obtener con los suplementos de ácidos grasos omega-3 de origen marino continúa ampliándose. Un nuevo ECA doble ciego realizado con trabajadores de la Washington School of Medicine en St Louis (EE. UU.), en una cohorte de 60 hombres y mujeres sanos de entre 60 y 85 años, demostró que la intervención con ácidos grasos omega-3 de origen marino puede frenar el deterioro normal asociado a la edad de la masa y la función muscular.
La calidad de vida y la independencia de las personas mayores (60 años o más) depende en gran medida de su salud ósea y muscular. La pérdida de masa y función muscular a edad avanzada provoca debilidad física y una menor movilidad. Lamentablemente, a partir de la mediana edad la masa muscular disminuye en los seres humanos a un ritmo de entre un 0,5 y un 1% al año. Un nuevo estudio de Smith et al. ha suministrado una intervención diaria de 1,86 g de ácido eicosapentaenoico (EPA) y 1,5 g de ácido docosahexaenoico (DHA) durante seis meses a una cohorte de personas de entre 60 y 85 años. Antes y después de la intervención se comprobó la masa muscular y las funciones musculares clave. El grupo participante mostró un aumento del volumen muscular de los muslos (3,6%), de la fuerza de prensión (2,3kg) y de la fuerza muscular en el test de repetición máxima (4%). El aumento medio general de la fuerza muscular isocinética fue del 5,6%.
El aceite de pescado se ha utilizado durante muchos años como parte del tratamiento para frenar el avance de la pérdida de masa muscular (caquexia) en pacientes de cáncer, pero este es el primer estudio a gran escala que muestra beneficios en sujetos adultos y de edad avanzada. Todavía no se conocen los mecanismos que hacen posible estos beneficios, aunque sabemos por los experimentos con animales que los ácidos grasos omega-3 de origen marino pueden promover la síntesis de proteínas musculares y, al mismo tiempo, reducir el ritmo de deterioro muscular.