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MINERALES // MAGNESIO

Reducción del riesgo de enfermedad

Presión arterial alta

Importantes estudios epidemiológicos sugieren una relación entre el magnesio y la presión arterial. No obstante, el hecho de que los alimentos ricos en magnesio (ver Fuentes) tengan normalmente un alto contenido en potasio y fibra dietética ha dificultado la evaluación de los efectos individuales del magnesio sobre la presión arterial anormalmente alta (‘hipertensión’).

Un estudio prospectivo de cohortes llevado a cabo con más 30.000 profesionales de la salud de sexo masculino reveló una asociación entre una baja ingesta de fibra dietética, potasio y magnesio y un alto riesgo de desarrollar hipertensión durante un periodo de cuatro años (6). En un estudio similar de más de 40.000 enfermeras, un alto aporte de fibra dietética y magnesio se asociaba con una presión arterial diastólica y sistólica más baja en las personas que no desarrollaron hipertensión a lo largo de los cuatro años que duró el estudio, pero no se asoció la fibra dietética y el magnesio al riesgo de desarrollar hipertensión (7).

El estudio Riesgo de Aterosclerosis en Comunidades (ARIC por sus siglas en inglés) examinó el consumo en la dieta de magnesio, los niveles de magnesio en sangre y el riesgo de desarrollar hipertensión en 7.731 hombres y mujeres durante un periodo de seis años (8). El riesgo de desarrollar hipertensión tanto en hombres como en mujeres descendió a medida que aumentaron los niveles de magnesio, aunque la tendencia sólo fue significativa, desde el punto de vista estadístico, en el caso de las mujeres.

A pesar de que los investigadores no han hallado ninguna relación entre la ingesta de magnesio y la incidencia de hipertensión, han sugerido que unos niveles bajos de magnesio en la sangre pueden tener cierta influencia en el desarrollo de hipertensión.

Enfermedades cardiovasculares

Varios estudios han descubierto que existe una menor tasa de mortalidad por enfermedades cardiovasculares en poblaciones que consumen rutinariamente agua ‘dura’ (‘alcalina’), rica, por lo general, en magnesio, calcio y flúor. Esto dificulta el hecho de atribuir únicamente al magnesio los efectos protectores del corazón del agua dura (9).

Un gran estudio prospectivo en el que participaron casi 14.000 hombres y mujeres reveló que una tendencia importante a niveles altos de magnesio en suero estaba asociada a un menor riesgo de enfermedad coronaria en mujeres, pero no en hombres (10). No obstante, el riesgo de enfermedad coronaria en el grupo con una ingesta mínima de magnesio no era mucho mayor que en el caso de los hombres y mujeres con una ingesta máxima .

Por otra parte, un gran estudio prospectivo con más de 35.000 mujeres señaló que la cantidad de magnesio ingerido en la dieta, evaluado por el cuestionario de frecuencia de alimentos, no se asociaba al riesgo de padecer varias enfermedades cardiovasculares (p. ej., accidente cerebrovascularinfarto de miocardio y enfermedad coronaria(11).

Actualmente, la relación entre la ingesta diaria de magnesio y el riesgo de enfermedades cardiovasculares sigue sin estar clara.