Se cree que el daño oxidativo que los radicales libres ocasionan en las estructuras celulares desempeña un papel importante en el deterioro funcional que acompaña al envejecimiento (5). Si no son neutralizadas por los antioxidantes, las moléculas altamente reactivas pueden dañar con el tiempo las mitocondrias, haciendo que funcionen de manera menos eficiente.
La coenzima Q10 tiene una función importante en la síntesis de energía de las mitocondrias y actúa como antioxidante en las membranas mitocondriales. Además, se ha indicado que los niveles de tejidos de la coenzima Q10 en el cuerpo disminuyen con la edad (6). Una de las características del envejecimiento es el debilitamiento del metabolismo energético de muchos tejidos, especialmente del hígado, el corazón y el músculo esquelético. Se ha propuesto que este deterioro asociado a la edad en los niveles de tejidos de la coenzima Q10 puede influir en este debilitamiento (7).
Un estudio ha demostrado que la suplementación con coenzima Q10 atenúa el aumento del daño en el ADN relacionado con la edad (8).
Actualmente no existe evidencia científica de que la suplementación con coenzima Q10 alargue la vida o prevenga el deterioro funcional asociado a la edad en humanos.
Se cree que la modificación oxidativa de las proteínas que transportan los lípidos (‘lipoproteínas de baja densidad’, LDL por sus siglas en inglés) en las paredes arteriales supone un primer paso en el desarrollo de aterosclerosis. La suplementación con coenzima Q10 aumenta su concentración en el LDL humano (9), inhibiendo potencialmente la oxidación perjudicial de LDL (4).
Estudios en animales han revelado que la suplementación con coenzima Q10 inhibe de forma significativa la formación de lesiones ateroscleróticas (10).
Curiosamente, la cosuplementación con vitamina E (alfa-tocoferol) y coenzima Q10 resultó más efectiva a la hora de inhibir la aterosclerosis que la suplementación con sólo vitamina E o coenzima Q10 (11).
La suplementación con coenzima Q10 muestra cualidades como inhibidor de la oxidación de LDL y de la aterosclerosis, aunque se requieren más estudios para determinar su función exacta en la prevención de enfermedades.