La mayoría de los alimentos vegetales y animales contienen al menos pequeñas cantidades de vitamina B2 (riboflavina). Los alimentos con cantidades sustanciales de riboflavina son la leche, los huevos, el salmón, la ternera, las espinacas, los espárragos y el brócoli.
La vitamina B2 se destruye con facilidad al estar expuesta a la luz. Por ejemplo, hasta un 50% de la riboflavina presente en la leche que contiene una botella de cristal transparente puede ser destruido tras dos horas de exposición a la luz solar intensa (6).
La riboflavina se utiliza para fortificar alimentos (p. ej., pan y cereales) y está disponible en suplementos, normalmente en preparados multivitamínicos y de complejo vitamínico B (22).