VITAMINA C // ÁCIDO ASCÓRBICO

Seguridad

Toxicidad

Aunque se ha sugerido una serie de problemas (p. ej., defectos de nacimiento, cáncer, ateroesclerosis, aumento del estrés oxidativo, cálculos renales) con grandes dosis de vitamina C en informes de casos, ninguno de estos efectos adversos para la salud se ha confirmado, y no existen pruebas científicas fiables de que una gran cantidad de vitamina C (hasta 10 g/día en adultos) sea tóxica o perjudicial para la salud.

Los efectos negativos gastrointestinales no suelen ser graves, especialmente si se resuelven con una interrupción temporal o una reducción de la suplementación con dosis altas de vitamina C.

Daño oxidativo

Es sabido que la vitamina C actúa como un antioxidante muy efectivo en los organismos vivos. Sin embargo, en experimentos in vitro, la vitamina C puede interactuar con algunos iones metálicos libres y producir radicales libres potencialmente dañinos. Aunque los iones metálicos libres no se hallan generalmente en condiciones fisiológicas, la idea de que altas dosis de vitamina C podrían promover el daño oxidativo in vivo ha sido foco de una gran atención.

Se ha dado una gran publicidad a unos pocos estudios que sugieren que la vitamina C tiene dicho efecto (46,47), pero ha resultado que estos estudios o bien eran defectuosos o no tenía relevancia fisiológica.

Una extensa revisión de la literatura no halló pruebas científicas fidedignas de que la vitamina C suplementaria promueva el daño oxidativo en condiciones fisiológicas o en los humanos (48). Los estudios que indican tal efecto en el caso de la vitamina C deberían ser evaluados con cuidado para determinar si el método de estudio era relevante fisiológicamente y excluir la posibilidad de defectos metodológicos o de diseño.

Cálculos renales

Dado que el oxalato es un compuesto derivado del metabolismo de la vitamina C, existe una cierta preocupación en torno a si la ingesta de vitamina C podría aumentar el riesgo de cálculos renales de oxalato.

Algunos (49, 50, 51), pero no todos (52, 53, 54) los estudios han indicado que la vitamina C suplementaria aumenta el nivel de oxalato en la orina. Dos grandes estudios prospectivos, uno que hizo un seguimiento de 45.251 hombres durante seis años y otro de 85.557 mujeres durante 14 años, indicaron que el consumo de una cantidad igual o superior a 1.500 mg de vitamina C diarios no aumentaba el riesgo de formación de cálculos renales en comparación con los que consumían menos de 250 mg diarios.

No obstante, un reciente estudio prospectivo que siguió a 45.619 hombres durante 14 años estableció que aquellos que consumían una cantidad igual o superior a 1.000 mg/día de vitamina C tenían un riesgo superior de cálculo renal que los hombres que consumían menos de 90 mg al día (54). En este estudio, los aportes bajos (90-249 ,g/día) de vitamina C (principalmente a través de la dieta), que se consideran generalmente beneficiosos para la salud (véase Reducción del riesgo de enfermedad), también fueron asociados con un riesgo significativamente elevado. La ingesta de vitamina C suplementaria sólo fue ligeramente relacionada con un mayor riesgo de cálculos renales en este estudio (55).

A pesar de los resultados conflictivos, sería prudente para las personas propensas a la formación de cálculos renales de oxalato evitar una suplementación con altas dosis de vitamina C. 

Vitamina C más otros antioxidantes

Los resultados de un ensayo clínico con 40 hombres jóvenes y sanos dio pie a especulaciones sobre si suplementos antioxidantes, en particular vitamina C y vitamina E, podrían aumentar el riesgo de diabetes en los atletas (56). El esfuerzo atlético ocasiona estrés oxidativo mediante radicales libres potencialmente dañinos, los cuales, por otra parte, parecen estimular la absorción de glucosa en las células. Dado que una absorción menor de glucosa debe ser entendida como una resistencia a la insulina, que promueve la diabetes del tipo 2, se cree que el ejercicio físico previene el desarrollo de diabetes. Los autores concluyeron que las sustancias antioxidantes, como las vitaminas C y E, podrían bloquear los efectos estimulantes de la absorción de glucosa de los radicales libres, incrementando así el riesgo de desarrollar diabetes.

Sin embargo, expertos comentaron que los resultados tienen una validez muy limitada puesto que el estudio fue realizado sólo con personas sanas y no con personas ya resistentes a la insulina. Además, los antioxidantes han demostrado de forma bien documentada que favorecen la prevención de los efectos perjudiciales de los radicales libres (p. ej., ateroesclerosis), mientras que los efectos preventivos de la diabetes de los radicales libres son altamente especulativos (véase también Opinión de los expertos).

Nivel máximo de ingesta tolerable

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria ha decidido que no hay datos suficientes para establecer un nivel máximo de ingesta tolerable para la vitamina C (57).

El Consejo de Alimentación y Nutrición estadounidense ha establecido un nivel máximo de ingesta tolerable (UL) para la vitamina C para prevenir en la mayoría de los adultos casos de diarrea o trastornos en el tracto digestivo (17):

Grupo de edad UL (mg/día) 
 Bebés de 0 a 12 meses No se puede establecer * 
 Niños de 1 a 3 años400 
 Niños de 4 a 8 años650 
 Niños de 9 a 13 años1.200 
 Adolescentes de 14 a 18 años1.800 
 Adultos de 19 años en adelante2.000

* Las únicas fuentes deberían ser alimentos o fórmulas.

Interacciones con fármacos

Advertencia: 
Debido a las posibles interacciones, los suplementos dietéticos no deben ser tomados con medicamentos sin consultar previamente a un profesional médico.

Se conoce una serie de fármacos que descienden los niveles de vitamina C, por lo que se requiere un aporte superior de la misma: las pastillas anticonceptivas (anticonceptivos que contienen estrógeno) y la aspirina, si se toma frecuentemente (p. ej., dos pastillas cada seis horas durante una semana) (58) disminuyen el nivel de vitamina C en la sangre.

Existen pruebas controvertidas de que la vitamina C interactúa con los diluyentes de la sangre (medicamentos anticoagulantes) como la warfarina: grandes dosis de vitamina C podrían bloquear la acción de la warfarina, por lo que se requeriría una dosis mayor de ésta para mantener su efectividad. Las personas que tomen anticoagulantes deberían limitar la ingesta de vitamina C a 1 gramo/día y hacer que un médico haga un seguimiento de su terapia (59).

En un ensayo aleatorizado controlado con pacientes con enfermedad coronaria (EC), los efectos cardio protectores de una medicación que reduce el colesterol (una combinación de simvastatina y vitamina B3) se vieron disminuidos cuando se tomaba al mismo tiempo que una combinación de antioxidantes (1.000 mg de vitamina C, 800 UI de vitamina E, 100 mcg de selenio y 25 mg de betacaroteno diarios) (60). Puesto que los antioxidantes se tomaron juntos en este ensayo, no se puede determina la contribución específica de la vitamina C.

Por el contrario, un ensayo aleatorizado controlado mucho mayor en el que más de 20.000 hombres y mujeres con enfermedad coronaria o diabetes tomaron simvastatina y una combinación de antioxidantes (600 mg de vitamina E, 250 mg de vitamina C y 20 mg de betacaroteno diarios) estableció que la combinación de antioxidantes no disminuía los efectos cardio protectores de la simvastatina a lo largo de un periodo de 5 años (61).

Estos resultados contradictorios indican que es necesario seguir investigando las potenciales interacciones.