Una nueva revisión realizada en el Reino Unido reporta que tomar suplementos alimenticios con ácido fólico y/o vitamina B12 no detienen el deterioro mental asociado a la edad. Los expertos comentaron que estas conclusiones contradicen los reconocidos beneficios de las vitaminas B para la salud mental e ignoran las más recientes investigaciones.
La revisión sistemática analizó los resultados de 11 estudios aleatorizados en los que participaron cerca de 22.000 participantes y en los que se evaluó el efecto del aporte suplementario de vitamina B sobre la función cognitiva, en adultos mayores y se comparó con un grupo placebo (1). El análisis mostró que los participan-tes que recibieron ácido fólico y/o vitamina B12 presentaron una reducción de los niveles sanguíneos de homocisteína de cerca del 25%. Sin embargo, esto no tuvo efecto en sus habilidades mentales: la determi-nación de procesos mentales específicos como la memoria, la velocidad o la ejecución de tareas no mostró diferencias significativas entre el grupo que tomó la vitamina y el grupo placebo. El mayor consumo de ácido fólico y vitamina B12 no mostró evitar el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.
Los investigadores señalaron que si bien el consumo de vitaminas B podría no ser de ayuda, estas podrían tener algunos beneficios en grupos específicos de personas con demencia. Los expertos comentaron que los beneficios de una adecuada ingesta de vitamina B6, B9 y B12 para la función cerebral y el desempeño cognitivo se encuentran bien documentados (2-4) y también han sido mostrados en estudios (5-7), los cuales en forma incomprensible no fueron incluidos en la presente revisión. Se ha demostrado que las personas que tienen altos niveles sanguíneos del aminoácido homocisteína presentan un mayor riesgo de desarrollar enfermedad de Alzheimer. Se sabe que un mayor consumo de vitamina B6 y vitamina B12 disminuyen los niveles de homocisteína, reduciendo potencialmente el deterioro mental. Los expertos agregaron que prevenir una enfermedad multifactorial como la demencia, ciertamente podría requerir mucho más que elevadas ingestas de vitamina B: alimentación saludable, dieta balanceada, hacer ejercicio con regularidad y mantener controlados la presión arterial y el peso, todo ello podría contribuir a reducir el riesgo de desar-rollar la enfermedad de Alzheimer.