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El DHA contrarresta los efectos metabólicos negativos del consumo de fructosa en ratas, restaurando la memoria y los niveles de glucosa e insulina.

Publicado

3 junio 2016

La Universidad de California ha realizado un estudio con ratas alimentadas durante 6 semanas solo con fructosa o fructosa en combinación con DHA (2). Los animales que solo tomaron fructosa manifestaron deterioro de la memoria y unos perfiles sanguíneos adversos (altos niveles de glucosa, triglicéridos e insulina). Por su parte, el grupo de fructosa y DHA mostró la misma memoria y perfil sanguíneo que el grupo de control. Estos resultados sugieren que el DHA puede proteger contra los efectos metabólicos negativos derivados del consumo de fructosa.

A finales de 2012, un endocrinólogo pediatra llamado Robert Lustig publicó un libro muy popular y controvertido titulado «Fat Chance: The bitter truth about sugar». En él se aborda la teoría de que la fructosa altera el metabolismo normal de las personas dando lugar a síndrome metabólico y obesidad (3). En un trabajo académico posterior, el Dr. Lustig ofrece evidencia de que la fructosa puede tener en el cerebro un efecto similar al del alcohol (4).

En un artículo publicado en el Sydney Herald se informaba sobre un estudio que parecía indicar que el ácido graso omega-3 de origen marino, ácido docosahexaenoico (DHA), podía revertir el deterioro de la memoria causado por el consumo de fructosa en ratas de laboratorio (1). Antes ya se había demostrado que el síndrome metabólico inducido por la fructosa en ratas reducía la memoria dependiente del hipocampo (5). En el nuevo estudio (2) se alimentó a ratas de laboratorio durante seis semanas con fructosa (15% en agua potable) o la misma proporción de fructosa, pero con un 1,2% de DHA.  (La proporción de fructosa es comparable al consumo diario de entre 1 y 2 litros de una bebida gaseosa normal en un adulto de 60 kg). Después de seis semanas, se llevaron a cabo una serie de pruebas metabólicas en las ratas y se comprobó su capacidad de memoria midiendo su rendimiento en un laberinto de Barnes. Las ratas con problemas de memoria necesitaron más tiempo para completar el laberinto. Los resultados se compararon con los de un grupo de control de ratas que no consumieron fructosa ni DHA.

Tal y como se esperaba,  las ratas que solo consumieron fructosa tardaron más que los otros grupos en atravesar el laberinto y registraron un aumento de los niveles sanguíneos de glucosa, triglicéridos e insulina. Lo sorprendente fue que el grupo que tomó fructosa y DHA no manifestó ninguno de estos efectos negativos y mostró la misma retención de memoria y valores metabólicos que el grupo de control.

Estos resultados sugieren que el DHA es capaz de contrarrestar los cambios epigenéticos negativos ocasionadas por el consumo de fructosa. No obstante, aún no se ha demostrado si estos efectos podrían ser extrapolables a los seres humanos.

REFERENCIAS

  1. Berry S, “Fructose leaves you puzzled, and there’s something fishy about the solution”; The Sydney Herald, April 26th, 2016.
  2. Meng Q, Ying Z, Noble E et al.; “Systems Nutrigenomics Reveals Brain Gene Networks Linking Metabolic and Brain Disorders”; EBioMedicine April 2016. http://doi.org/10.1016/j.ebiom.2016.04.008
  3. Lustig RH, “Fat Chance: The Hidden Truth about Sugar, Obesity and Disease”; 2012, Fourth Estate
  4. Lustig RH “Fructose: it’s alcohol without the buzz”; Adv Nutr 2013; 4(2):226-35.
  5. Agrawal R & Gomez-Pinilla F; “Metabolic syndrome in the brain: deficiency in omega-3 fatty acid exacerbates dysfunctions in insulin receptor signalling and cognition”; J Physiol 2012; 590:2485-2499.

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