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Nuevo ECA: el consumo diario de cereales de desayuno fortificados mejora el estado nutricional de las adolescentes

Publicado

15 agosto 2016

By Rob Winwood

Un nuevo ensayo aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo realizado con una cohorte de 71 adolescentes de Sheffield, Reino Unido, ha demostrado claramente que la fortificación de los cereales para desayuno es un medio para mejorar drásticamente el nivel de micronutrientes de este grupo de riesgo. A las adolescentes, de edades comprendidas entre los 16 y los 19 años, se les había identificado con anterioridad un nivel bajo de riboflavina y hemoglobina y durante 12 semanas se les administraron a diario 50 g de cereales fortificados o sin fortificar y 150 ml de leche semidesnatada (2 % de grasa). Durante este periodo también tuvieron que llevar un diario alimenticio para poder evaluar la ingesta total de micronutrientes. El nivel de micronutrientes se determinó al inicio y al final de la intervención de 12 semanas. La porción de 50 g de cereales fortificados —copos a base de trigo, arroz y cebada— contenía las siguientes intervenciones además de las halladas en la versión sin fortificar: 3,95 µg de vitamina D, 50 mg de vitamina C, 0,85 mg de vitamina B1, 1,1 mg de vitamina B2, 16,4 mg de niacina, 1,08 mg de vitamina B6, 148 µg de ácido fólico y 5,75 mg de hierro. Al cabo de las 12 semanas, en el grupo de intervención se observó un drástico aumento del nivel medio de micronutrientes en las siguientes proporciones: +205 % de vitamina D, +83,3 % de vitamina B1, +125 % de vitamina B2, +51,9 % de niacina, +131 % de vitamina B6, +83,6 % de ácido fólico y +47,2 % de hierro.

Al finalizar las 12 semanas, todas las adolescentes del grupo de intervención habían alcanzado la ingesta de nutrientes de referencia (RNI) en todos los micronutrientes salvo hierro y calcio, pero seguían por debajo de las DRI (ingestas dietéticas de referencia, por sus siglas en inglés, establecidas EE. UU.) en folato y vitamina D.

La Encuesta Nacional de Dieta y Nutrición (NDNS, por sus siglas en inglés) del Reino Unido indica que las adolescentes tienen un estado nutricional deficiente y presentan carencias de los micronutrientes vitamina B2, vitamina D, calcio y hierro (2). En EE. UU., las Encuestas Nacionales de Examen de Salud y Nutrición (NHANES, por sus siglas en inglés) han mostrado que las adolescentes corren más riesgo de registrar carencias nutricionales que ningún otro grupo (3). En EE. UU. también se ha demostrado que en las últimas décadas ha disminuido el consumo del desayuno y de leche entre los adolescentes (4), siendo las chicas las que más tienden a no desayunar.

Varios estudios transversales han demostrado que el consumo del desayuno es importante para mejorar el estado nutricional y la adopción de un estilo de vida saludable (5).

En resumen, el nuevo estudio (1) ha puesto claramente de manifiesto que una simple porción diaria de cereales fortificados puede remediar muchas de las deficiencias nutricionales que padecen las adolescentes.

REFERENCIAS

  1. Powers HJ, Stephens M, Russell J & Hill, MH; “Fortified breakfast cereal consumed daily for 12 wk leads to a significant improvement in micronutrient intake and micronutrient status in adolescent girls: a randomised controlled trial”; Nutrition Journal 2016, 15(1), 69. http://doi.org/10.1186/s12937-016-0185-6
  2. Public Health England and Food Standards Agency; “National Diet and Nutriton Survey: Results form years 1 to 4 (Combined) of the Rolling programme for 2008/2009 to 2011/2012”; May 2014; PHE publications gateway number: 2014051.
  3. Second National Report on Biochemical Indicators of Diet and Nutrition in the US PopulationCDC2012 (www.cdc.gov/nutritionreport/pdf/ExecSummary_Web_032612.pdf); 24th October 2015
  4. Siega-Riz AM, Popkin BM & Carson T; “Trends in breakfast consumption in the United States from 1965-1991”; Am J Clin Nutr 1998; 67: S748-56.
  5. Sandercock GR, Voss C and Dye L; “Associations between habitual school-day breakfast consumption, body mass index, physical activity and cardiorespiratory fitness in English schoolchildren”; Eur J Clin Nutr 2010; 64(10); 1086-92.

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