Según un nuevo estudio realizado en Canadá, los dos factores más estrechamente relacionados con unos mayores niveles de vitamina D en los niños pequeños son el consumo diario de un suplemento de vitamina D y beber dos tazas de leche de vaca al día.
El estudio observacional midió las concentraciones en sangre de vitamina D de 1.896 niños sanos de menos de 6 años de edad que participaron desde su nacimiento en un programa para prevenir problemas de nutri-ción frecuentes en los primeros años de vida y a fin de entender su impacto en la salud y en enfermedades futuras (1). Los resultados del estudio mostraron que el consumo en dieta de vitamina D a través de la suplementación con vitamina D y la leche de vaca eran los dos factores más estrechamente relacionados con el mantenimiento de unas reservas de vitamina D suficientes. Ambos factores resultaron mejores para calcular las reservas de vitamina D que el color de la piel o las medidas de exposición al sol. El 57% de los niños tomaba vitamina D de forma regular como suplemento.
Los investigadores comentaron que los registros alimenticios de los niños canadienses muestran que a los 12 meses de edad reciben solo el 11% de la cantidad diaria recomendada de vitamina D a través de alimentos como el aceite de pescado, los productos lácteos enriquecidos y los cereales. La infancia temprana es una fase crítica del desarrollo humano, por eso alcanzar y mantener unos niveles de vitamina D óptimos en esta fase podría ser importante para la salud en fases posteriores de la infancia y en la edad adulta. La deficien-cia de vitamina D es un factor de riesgo de varias enfermedades que incluyen el asma y las alergias infan-tiles. La deficiencia severa puede causar raquitismo, que consiste en el debilitamiento de los huesos.