OPINIÓN EXPERTA
Investigación sobre vitaminas – Prepararse para el futuro
1 enero 2013
Prof. Jeffrey B. Blumberg, Friedman School of Nutrition Science and Policy, Universidad de Tufts, Boston, EE. UU..
6 mayo 2013
La Sociedad Nacional de Osteoporosis del Reino Unido ha desarrollado unas nuevas directrices sobre la forma de tratar la deficiencia de vitamina D debido a que no existen recomendaciones nacionales sobre las medidas de vitamina D y a las directrices contradictorias procedentes de varias organizaciones.
El grupo de médicos y científicos expertos en vitamina D y osteoporosis recomienda tratar a los pacientes con con-centraciones en sangre de 25-hidroxivitamina D3 por debajo de los nmol/l (20 ng/ml) por deficiencia de vitamina D (1). En casos de deficiencia severa o situaciones de emergencia, recomiendan tratarlos con dosis de carga. Para las deficiencias menos urgentes se recomiendan las dosis diarias. Por ejemplo, las directrices sugieren dosis de carga de 50.000 UI a la semana o 20.000 UI dos veces por semana en caso de deficiencias graves. Para las deficiencias menos urgentes las dosis van de las 800 UI a las 2.000 UI al día, o incluso, en algunos casos, recomiendan 4.000 UI al día. En todas las ocasiones los expertos recomiendan el uso de vitamina D3.
Los investigadores comentaron que la presión por parte de los médicos para recibir directrices que incluyeran la investigación, el diagnóstico y el tratamiento de la deficiencia de vitamina D iba en aumento. Esto, junto con la creciente sensibilización e interés públicos en la vitamina D, los llevó a redactar unas directrices para los profesio-nales de la salud del Reino Unido.
1 enero 2013
Prof. Jeffrey B. Blumberg, Friedman School of Nutrition Science and Policy, Universidad de Tufts, Boston, EE. UU..
24 febrero 2012
Según sugiere un estudio realizado en Brasil, la inclusión de suplementos de aceites de pescado en el entrenamiento de fuerza podría ayudar a mejorar la fuerza muscular y la capacidad funcional.
12 julio 2010
Tener bajos niveles de vitamina D puede aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson en una edad más avanzada, afirma un estudio finés.