Basándose en una revisión de estudios publicados entre 10990 y 2011, la Fundación Internacional de Osteoporosis (FIO) ha lanzado un mapa global interactivo que confirma que más de un tercio de todas las poblaciones estudiadas en los países industrializados y en vías de desarrollo presentan unos niveles insuficientes de vitamina D.
El mapa (1) y la publicación adjunta (2) muestran que la deficiencia de vitamina D afecta tanto a los países en desarrollo como a los países industrializados, habiéndose detectado unos niveles deficientes de vitamina D en más de un tercio de las poblaciones estudiadas. Se estima que el 50–70 % de la población adulta de Europa tiene unos niveles deficientes de vitamina D (valores medios de 25 (OH)D por debajo de 50 nmol/l). En los adultos estadounidenses, se calcula que la deficiencia de vitamina D oscila entre el 20% (blancos no hispanos) y el 70% (negros no hispanos). La principal fuente de vitamina D es la luz solar, pero incluso en países con abundancia de sol como la India, los niveles de esta vitamina son generalmente bajos y no alcanzan los niveles recomendados. Los índices de deficiencia de vitamina D son más altos entre las mujeres que entre los hombres. Las personas mayores tienen un riesgo más elevado de padecer deficiencia de vitamina D, sobre todo las mujeres, que tienen más probabilidades de desarrollar osteoporosis, y aquellos que residen en centros de atención.
La osteoporosis es una enfermedad crónica grave que afecta a cientos de millones de personas en todo el mundo. La vitamina D mejora la densidad mineral ósea, lo cual a su vez reduce el riesgo de fractura y aumenta la fuerza muscular, el equilibrio y la función de las piernas, previniendo de este modo caídas y fracturas. Por consiguiente, la deficiencia de vitamina D se ha asociado con un mayor riesgo de fracturas osteoporóticas. Los estudios demuestran que unos niveles adecuados de vitamina D pueden reducir cerca de un 30% el riesgo de caídas y fracturas (3). En Alemania, la investigación ha puesto de manifiesto que la suplementación regular de vitamina D ayudaría a ahorrar en costes sanitarios entre 585 y 778 millones de euros en tan solo un país (4).
La FIO insiste en que las personas con riesgo de osteoporosis y, en general, todos los mayores de 60 años, se aseguren de recibir un aporte óptimo de vitamina D. Para estos grupos de riesgo, la FIO recomienda una suplementación diaria de 8001000 UI a fin de prevenir caídas y fracturas. Con la publicación de estos mapas, la FIO quiere hacer un llamamiento a los profesionales de la salud para que tomen nota del nivel de deficiencia de vitamina D en sus países y les insta a adoptar medidas económicas y sencillas para corregirlo. A la larga esto podría mejorar, e incluso salvar, muchas vidas.
Los expertos han señalado que con los años va disminuyendo la capacidad natural del organismo de producir vitamina D a partir de la exposición al sol. Ello hace que resulte muy difícil lograr unos niveles suficientes únicamente a través de la dieta, especialmente en las personas mayores. De ahí que los suplementos de vitamina D ofrezcan una alternativa de salud pública eficaz, barata y segura, que puede mejorar significa-tivamente la salud y la calidad de vida de las personas al contribuir a reducir hasta un 30% las caídas y las fracturas de cadera.