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La vitamina D parece desempeñar un papel en el funcionamiento del corazón
1 octubre 2014
Un nuevo estudio sugiere que la deficiencia de vitamina D podría estar relacionada con anomalías en la actividad eléctrica del corazón.
7 noviembre 2013
Un nuevo análisis de datos realizado en Grecia demuestra que seguir una dieta rica en vitaminas, carotenoides y ácidos grasos esenciales a largo plazo podría contribuir de forma significativa a la prevención de varias enfermedades neurológicas y cardiovasculares.
El metaanálisis incluyó los resultados de 22 estudios observacionales y caso-control que habían investigado la posible relación entre la dieta mediterránea y los trastornos neurológicos o cardiovasculares (1). El aná- lisis mostró que seguir de forma consistente un patrón de dieta sana, como la dieta mediterránea, podría ser beneficioso para el sistema nervioso central y para el sistema cardiovascular, reduciendo así el riesgo de desarrollar deterioro cognitivo (en un 40%), depresión (en un 32%) y apoplejía (29%). El hecho de seguir en parte la dieta mediterránea también parecía proteger de las disfunciones cognitivas, pero en menor medida. Sin embargo, sus efectos protectores en cuanto a la apoplejía fueron mínimos. Los efectos protectores de la dieta respecto a la prevención de la apoplejía fueron más notables entre los hombres. Por otro lado y en cuanto a la prevención de la depresión, los beneficios de seguir la dieta parcialmente parecían decrecer con la edad.
Los investigadores comentaron que, dada la disponibilidad limitada de los productos farmacéuticos para tratar los trastornos y el deterioro cognitivos y la apoplejía, es importante defender la importancia de las medidas preventivas, como una dieta sana, para disminuir el riesgo de deterioro cognitivo leve y avanzado, de enfermedad de Alzheimer, depresión y apoplejía. Los resultados también apuntan a una relación dosis-respuesta entre la dieta y la reducción del riesgo de enfermedad.
1 octubre 2014
Un nuevo estudio sugiere que la deficiencia de vitamina D podría estar relacionada con anomalías en la actividad eléctrica del corazón.
31 julio 2013
El decreciente consumo de frutas y hortalizas ha provocado en el Reino Unido un regreso del escorbuto y el raquitismo debido al aporte insuficiente de vitamina C y D.
12 febrero 2010
La ingesta de grasas saturadas no está vinculada a las enfermedades cardiovasculares, según sugiere un nuevo estudio.