Los carotenoides son pigmentos liposolubles naturales que son sintetizados por las plantas, algas y bacterias fotosintéticas. Los carotenoides son las fuentes de los colores amarillo, naranja y rojo de muchas plantas, p. ej., el color rojo y anaranjado de las naranjas, los tomates y las zanahorias y el amarillo de muchas flores.
Los carotenoides se pueden clasificar en general en dos tipos:
- carotenos, p. ej., el betacaroteno y el licopeno,
- xantofilas, p. ej., la luteína y la zeaxantina.
Algunos de los carotenoides, como el betacaroteno, se pueden convertir en vitamina A y son denominados carotenoides provitamina A. Puesto que los carotenoides no pueden ser sintetizados por los humanos, es necesario obtenerlos a partir de los vegetales en la dieta.
Los suplementos dietéticos constituyen fuentes adicionales de carotenoides. También se utilizan para enriquecer o dar color a alimentos y bebidas procesados, ya sea en forma de extractos naturales o como compuestos puros fabricados mediante síntesis química.
Los carotenoides son factores importantes para la salud humana y son esenciales para la visión. Está bien estudiado el papel que tienen algunos carotenoides (p. ej., el betacaroteno) como la principal fuente dietética de vitamina A. Además, se han reconocido los potenciales efectos protectores de los carotenoides contra las enfermedades oculares degenerativas y otros trastornos carenciales. Por lo tanto, la ingesta de suficientes carotenoides es crucial para prevenir el desarrollo de enfermedades carenciales. Más aún, algunos carotenoides tienen un potencial considerable para la promoción de la salud y el tratamiento de enfermedades.
Los resultados contradictorios de algunos estudios muestran la complejidad de la relación entre la salud y la nutrición. Los métodos para medir los efectos son bastante limitados y, en algunos casos, se consideran insuficientes (véase también Principios – La complejidad de la investigación sobre micronutrientes).