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Un mayor consumo de magnesio podría reducir el riesgo de apoplejía
9 enero 2012
Un metaanálisis realizado en Suecia sugiere que un mayor consumo de magnesio podría reducir el riesgo de apoplejía isquémica.
11 mayo 2012
Un nuevo estudio realizado en Dinamarca asegura que los suplementos con vitamina D podrían reducir la presión sanguínea en pacientes con hipertensión.
En el ensayo aleatorizado controlado se midió la presión sanguínea de 112 pacientes con hipertensión que recibieron o bien vitamina D (75 mcg/día) o placebo durante 20 semanas en invierno (1). En los resultados del estudio se observó en los pacientes que tomaban suplementos de vitamina D una reducción de la presión sanguínea sistólica de unos significativos 6,8 mmHg y un corte en la presión sanguínea diastólica de 1,7 mmHg. También se observó que 92 de los 112 pacientes tenían concentraciones de vitamina D en sangre insuficientes al principio del estudio.
Los investigadores concluyeron que los pacientes con hipertensión podrían beneficiarse de la suplementación con vitamina D si sufren insuficiencia de dicha vitamina. Probablemente, la mayoría de los europeos sufren deficiencia de vitamina D y muchos de ellos también tienen la presión sanguínea alta. La vitamina D no sería una cura para la hipertensión, pero su efecto reductor de la presión sanguínea podría ser beneficioso para los pacientes, especialmente en los meses de invierno. Es importante señalar que según los científicos se necesitan mayores estudios para confirmar estos hallazgos.
9 enero 2012
Un metaanálisis realizado en Suecia sugiere que un mayor consumo de magnesio podría reducir el riesgo de apoplejía isquémica.
25 julio 2011
Según un primer estudio poblacional realizado en Australia sobre el vínculo entre el consumo de antioxidantes y la pérdida de audición, el alto consumo en dieta de vitamina A y vitamina E está relacionado con la reducción del riesgo de padecer pérdida de audición relacionada con la edad.
20 marzo 2015
Según un nuevo estudio realizado en Estados Unidos, un aumento del consumo de ácidos grasos omega-3 parece reducir el riesgo de desarrollar cáncer de endometrio en mujeres con un peso normal.