Una mayor ingesta de vitamina D podría ayudar a reducir la incidencia de gripe estacional, según un nuevo estudio.
En este ensayo aleatorizado controlado, se dividió aleatoriamente en dos grupos a 334 escolares japoneses. Un grupo recibió suplementos diarios de vitamina D3 (1.200 Unidades Internacionales), mientras que al segundo se le administró un placebo (1). Durante un periodo de cuatro meses se observó que la incidencia de gripe en el grupo de la vitamina D3 fue del 11% frente al 19% del grupo de placebo.
Los beneficios de la suplementación con vitamina D fueron más apreciables en niños con bajos niveles de vitamina D al comienzo del estudio, observándose una reducción del 74% en la incidencia de gripe. Los investigadores también señalaron que los niños asmáticos del grupo de la vitamina D sufrieron una cantidad significativamente menor de ataques de asma que los niños asmáticos del grupo de placebo.
Basándose en el estudio, los investigadores concluyeron que la suplementación con vitamina D3 durante el invierno podría ayudar a reducir la incidencia de gripe A, especialmente en escolares.
La función de la vitamina D en la salud del sistema inmunitario está bien documentada y ha recibido una opinión positiva del Panel de Productos Dietéticos, Nutrición y Alergias (NDA por sus siglas en inglés) de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). El Panel determinó que “existe una relación de causa-efecto entre la ingesta de vitamina D en la dieta y su contribución a un funcionamiento normal de sistema inmunitario, a una respuesta inflamatoria saludable y al mantenimiento de una función muscular normal”.
Científicos daneses señalaron recientemente que la vitamina D es necesaria para activar las células T –las células asesinas del sistema inmune– y que unos niveles insuficientes de esta vitamina implican que las células están inactivas.