Según un nuevo estudio realizado en Nueva Zelanda, el consumo diario de vitamina D3 es más efectivo que el de vitamina D2 para mantener una concentración adecuada de vitamina D durante los meses de otoño e invierno.
A fin de evaluar el efecto del consumo de vitamina D2 y de vitamina D3 en las concentraciones en suero de 25-hidroxivitamina D (25(OH)D) durante los meses de invierno en Nueva Zelanda (latitud 46º sur), se dividió de forma aleatoria a 95 adultos sanos de edades comprendidas entre los 18 y los 50 años en tres grupos cuyos componentes recibieron diariamente y durante 25 semanas, o bien 25 microgramos (1000 UI) de vitamina D3, o bien 25 microgramos (1000 UI) de vitamina D2 o bien placebo (1). La concentración media de 25(OH)D total en suero (la suma de la 25(OH)D2 y la 25(OH)D3) al principio del estudio era de 80 nmol/L. Trascurridas 25 semanas, la concentración de 25(OH)D total en suero era 21 nmol/L más baja en los partici-pantes que recibieron vitamina D2 que la de aquellos que tomaron vitamina D3, cuya concentración total de 25(OH)D en suero permaneció igual. La concentración de 25(OH)D total en suero disminuyó de forma significativa entre los participantes del grupo del placebo. Además, se observó una mayor disminución en los niveles de 25(OH)D en los participantes que tomaron suplementación con vitamina D2 en comparación con los del placebo.
Los investigadores concluyeron que la suplementación con vitamina D3 es más efectiva que la suplementa-ción con vitamina D2, lo que confirma los resultados de estudios anteriores. La incapacidad de la vitamina D2 para mantener los niveles totales de 25(OH)D en suero podría explicarse en parte por su metabolismo, que es más rápido, o por la eliminación de la 25(OH)D3 en circulación como consecuencia de la suplemen-tación con D2. La consecuencia funcional de esta respuesta metabólica distinta apunta a que se realizarán más estudios en el futuro.
Las recomendaciones para la salud pública no distinguen entre la vitamina D2 y la D3, aunque existe contro-versia sobre si estas dos formas se deben considerar equivalentes. La vitamina D3 (colecalciferol), la forma producida en la piel de los humanos tras su exposición a la luz solar, se encuentra tanto de forma natural en productos de origen animal como el pescado azul y el aceite de hígado de bacalao, como añadida como fortificante a alimentos o suplementos. La vitamina D2 (ergocalciferol) se produce natural o sintéticamente mediante la radiación UV a partir del ergosterol obtenido de la levadura o añadido a los alimentos. En los últimos años, se han llevado a cabo algunos estudios para investigar la eficacia de estas dos formas de vitamina D usadas corrientemente y estos hallaron que la vitamina D3 es casi un 87% más eficaz para elevar y mantener las concentraciones de 25(OH)D en suero y produce entre 2 y 3 veces más de reservas de vitamina D que la vitamina D2 (2, 3).