De acuerdo con un reciente estudio realizado en el Reino Unido, los adultos mayores con un índice alto de masa corporal presentan niveles más bajos de vitamina D, algo que hay que tener en cuenta a la hora de determinar una ingesta dietética adecuada de este nutriente.
Para investigar las posibles asociaciones entre el sobrepeso o la obesidad y las concentraciones séricas de vitamina D (25-hidroxicolecalciferol), se llevó a cabo un ensayo aleatorizado controlado con 110 adultos jóvenes sanos (20-40 años) y 102 adultos mayores (64 años en adelante) a los que se administró diaria-mente 5, 10 o 15 microgramos de vitamina D o placebo durante 22 semanas en los meses de invierno (1). Los resultados del estudio mostraron que entre los adultos mayores, aquellos que tenían un mayor índice de masa corporal, perímetro de cintura y porcentaje de grasa corporal presentaron unas concentraciones más bajas de vitamina D en sangre al comienzo del estudio y después de la suplementación. Este tipo de asociaciones no se manifestaron en los adultos más jóvenes.
Los investigadores concluyeron que podría ser necesario considerar el sobrepeso y la obesidad a la hora de determinar una ingesta dietética adecuada de vitamina D durante el invierno para adultos mayores sanos que viven en latitudes altas. En estudios anteriores ya se observaron unos niveles bajos de vitamina D en poblaciones obesas mayores (2) y jóvenes (3), lo que sugiere un mayor consumo en la dieta para cumplir con las recomendaciones. Un estudio reciente ha revelado que las mujeres con un nivel mayor de obesidad abdominal tienen unas concentraciones más bajas de vitamina D en sangre y un mayor riesgo de mortalidad (4). Los científicos concluyeron que la obesidad y un estado insuficiente de vitamina D pueden producir un efecto acumulativo negativo sobre el riesgo de enfermedad.