Según un nuevo estudio realizado en Italia, la suplementación con ácidos grasos omega-3 podría mejorar los síntomas de depresión en los ancianos.
En el ensayo aleatorizado controlado, 46 mujeres con depresión de edades comprendidas entre los 66 y los 95 años recibieron 2,5 gramos de ácidos grasos omega-3 al día (ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA) en una proporción de 2:1) o placebo durante ocho semanas (1). Al principio del estudio todas las participantes tenían los niveles de ácidos grasos omega-3 muy bajos en las membranas de los glóbulos rojos, en particular de EPA, en comparación con las participantes sanas. Los resultados del estudio mostraron que las mujeres que tomaron suplementos con ácidos grasos mostraban síntomas de depresión considerablemente menores en comparación con aquellas que tomaron placebo. La reducción de los síntomas fue acompañada de cambios en el estado de los ácidos grasos omega-3 de las participantes: la suplementación parecía ser capaz de devolver la concentración de EPA en la membrana de los glóbulos rojos a niveles normales, mientras que las concentraciones de EPA y DHA en sangre no alcanzaron los valores de los sujetos sanos tras la suplementación.
Los investigadores comentaron que estos hallazgos confirman los efectos positivos del aumento del consumo de los ácidos grasos omega-3 en el tratamiento de los ancianos con depresión. La depresión es común en edades avanzadas: existen casos tanto de depresión mayor como de depresión menor en un 13% de los ancianos que viven en comunidad, en un 24% de los pacientes externos ancianos y en un 43% de los internados en residencias de ancianos.