OPINIÓN EXPERTA
Mejorar la nutrición a través del enriquecimiento de la harina
1 julio 2013
“Las poblaciones de todo el mundo están en riesgo de sufrir deficiencia de micronutrientes incluso cuando el consumo calórico es suficiente.
8 febrero 2016
Un nuevo estudio realizado con 256 niños holandeses de entre 6 y 8 años ha demostrado que unos niveles prenatales bajos de ácido fólico afectan al volumen cerebral y la inteligencia.
El estudio evaluó el tamaño del cerebro (utilizando imágenes de resonancia magnética funcional), la función cognitiva y el desarrollo emocional de un subgrupo de 256 niños holandeses de entre 6 y 8 años de la cohorte “Generation R” en relación con el nivel de ácido fólico de sus madres durante el embarazo (1). Los resultados demostraron que los hijos de las mujeres que presentaban unos niveles plasmáticos de ácido fólico insuficientes durante la gestación (˂8 nmol/l) tenían cerebros más pequeños y un coeficiente intelectual (CI) más bajo que los de las mujeres cuyas necesidades de ácido fólico estaban cubiertas. En el caso de las madres con niveles insuficientes, se descubrió que todas las partes del cerebro sufrieron un grado de contracción similar. Sin embargo, a diferencia de otros estudios análogos realizados cuando los niños tenían entre 18 meses y 3 años, no se observaron efectos sobre el comportamiento emocional.
El ácido fólico, también conocido como vitamina B9, es indispensable para la correcta división celular (2). El Instituto de Medicina de EE. UU. recomienda a las mujeres embarazadas una ingesta diaria de 600 µg. Las dosis normales recomendadas para adultos varían entre 200 y 400 µg/día. El ácido fólico es especialmente importante para la replicación y el crecimiento de las células neuronales e interviene en la metilación y la síntesis del ADN. La deficiencia de ácido fólico en mujeres embarazadas ha demostrado ser una de las causas de los defectos del tubo neural de los bebés (como la espina bífida) (3). Asimismo, se ha comprobado que puede modificar la expresión génica y producir cambios adversos en el desarrollo cerebral a través del mecanismo epigenético de la metilación (4).
Un estudio anterior llevado a cabo en 2012, en el que se midieron los niveles de ácido fólico durante el embarazo con menor precisión que en el estudio actual (mediante un cuestionario de frecuencia de consumo de alimentos), ya demostró que los hijos de las mujeres con unos niveles más altos mostraban un coeficiente de inteligencia más elevado a los 3 años (5).
El nuevo estudio (1) presenta la ventaja de medir con precisión los niveles de ácido fólico, homocisteína y vitamina B12 en el plasma sanguíneo de las madres. También se han utilizado técnicas sofisticadas de imagen por resonancia magnética para evaluar la anatomía del cerebro de los niños. El estudio ha constatado que no existe una asociación entre los niveles prenatales de homocisteína y vitamina B12 con el volumen cerebral, la función cognitiva o el comportamiento. Puede que el estudio contenga algunos factores de confusión, ya que el grupo de madres con déficit de ácido fólico también era más propenso a fumar y menos proclive a tomar suplementos de ácido fólico. Por lo tanto, no se puede inferir que se vayan a obtener resultados similares en otras poblaciones en las que el nivel general de nutrición no alcanza los altos estándares que se dan en los Países Bajos. Pese a todo, el estudio aporta evidencia en los test de anatomía e inteligencia de que la deficiencia de ácido fólico durante el embarazo causa un menor desarrollo cerebral hasta, por lo menos, los 6 años de edad.
1 julio 2013
“Las poblaciones de todo el mundo están en riesgo de sufrir deficiencia de micronutrientes incluso cuando el consumo calórico es suficiente.
1 abril 2015
La diabetes mellitus es un trastorno endocrino-metabólico que se caracteriza por la deficiencia de insulina (diabetes tipo 1) o la resistencia a la insulina (diabetes tipo 2) con un aumento crónico de los niveles de glucosa en la sangre.
Un nuevo estudio realizado en Corea del Sur señala que el licopeno podría reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, ya que fortalece las defensas antioxidantes naturales del cuerpo.