Dr Andrew C Chen, Royal Prince Alfred Hospital, University of Sydney, Australia
Los resultados del estudio de fase 3 ONTRAC (Oral Nicotinamide to Reduce Actinic Cancer) (1) indican que una dosis diaria de 500mg de nicotinamida (vitamina B3) durante 12 meses tiene un efecto protector contra nuevos casos de cáncer de piel no melanoma (un 23 % menos en el grupo de intervención frente al de placebo, P=0.02). El estudio se realizó en Australia con 386 participantes que habían tenido al menos dos cánceres de piel no melanoma en los últimos 5 años. El promedio de nuevos casos de cáncer de piel fue de 2,4 en el grupo de placebo frente a 1,8 en el grupo al que se administró nicotinamida.
La vitamina B3, también conocida como niacina o ácido nicotínico, es una vitamina hidrosoluble que el cuerpo humano utiliza en forma de nicotinamida (también llamada niacinamida) para formar las coenzimas nicotín adenín dinucleótido (NAD) y nicotín adenín dinucleótido fosfato (NADP). Los seres humanos pueden sintetizar la vitamina B3 a partir del aminoácido triptófano, llegando a aportar esta fuente hasta dos tercios de las necesidades básicas. Algunas de las fuentes ricas en vitamina B3 (niacina) son la levadura, la carne, el pescado azul (por ejemplo, el atún y el salmón), los cereales, las legumbres y las semillas. Por su parte, la carne, la leche y los huevos son buenas fuentes de triptófano. Es importante consumir suficiente vitamina B3 (niacina), ya que esta ayuda al cuerpo a convertir alimentos en glucosa, producir importantes macromoléculas (como ácidos grasos y colesterol) y reparar el ADN. La ingesta diaria recomendada suele ser de unos 14 mg para los hombres y 12 mg para las mujeres (expresado en equivalentes de niacina).
Se cree que el consumo oral de una serie de vitaminas tiene un efecto protector de la piel frente a la radiación UV, si bien se necesitan ensayos clínicos detallados que confirmen y definan este efecto (3).
El cáncer de piel no melanoma es el tipo de cáncer más frecuente en las personas de piel blanca (3). Solo en Estados Unidos, el tratamiento alcanza unos costes de unos 4800 millones de dólares al año (4). La exposición a la radiación ultravioleta puede dar lugar a daños acumulados en las vistas basales. Por lo general, esto se caracteriza por la aparición de manchas ásperas y escamosas, lo que se conoce como queratosis actínica no maligna. Estas manchas son más comunes (un 20 % más) en adultos mayores de 40 años con piel clara. El riesgo de que la queratosis se transforme en cáncer de piel no melanoma es objeto de debate, pero lo que sí es cierto es que se ve acelerada en gran medida si se siguen exponiendo al sol los tejidos dañados.
La radiación UV daña el ADN de la piel y produce inmonosupresión, al reducir los niveles de ATP que podrían repara el daño. La nicotinamida (vitamina B3) es un cofactor esencial para la producción de ATP (1). La suplementación diaria con 500 mg y 1500 mg de vitamina B3 ha demostrado tener un efecto protector contra la inmunosupresión inducida por la radiación UV (5).
La nicotinamida tiene un buen perfil de seguridad y se ha utilizado en dosis farmacológicas de hasta 3g al día sin apenas efectos secundarios. El Dr. Chen había utilizado anteriormente dosis diarias de 1,5g para tratar las enfermedades autoinmunes de la piel (6).
El ensayo ONTRAC también puso de manifiesto una reducción de la incidencia de queratosis actínica en el grupo de tratamiento similar a la observada en los cánceres de piel no melanoma. Sin embargo, los efectos beneficiosos parecen desaparecer cuando se interrumpe la intervención.
Pese a que los resultados del ensayo ONTRAC son muy prometedores, no hay que olvidar que la incidencia del cáncer de piel en Australia es una de las más altas del mundo y puede que estos resultados no sean aplicables a otras poblaciones. El estudio se realizó con una cohorte relativamente pequeña y empleando una dosis de vitamina B3 relativamente alta (en comparación con las recomendaciones típicas de consumo). Pese a todo, el equipo del ONTRAC concluyó que es conveniente utilizar un tratamiento con nicotinamida en los pacientes australianos con un alto riesgo de cáncer de piel y de lesiones precancerosas.
Advertencia: Todo tratamiento dietético o farmacológico con altas dosis de micronutrientes puede anular los mecanismos de control del cuerpo, por lo que las terapias con micronutrientes pueden ir asociadas a posibles efectos secundarios y toxicidades. No es recomendable utilizar altas dosis de micronutrientes sin supervisión médica.