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Low levels of vitamin D linked to multiple sclerosis
6 noviembre 2013
Una nueva revisión realizada en Estados Unidos sugiere que hay unos niveles de ingesta de sodio normales que vienen definidos por las necesidades fisiológicas y biológicas y no por el suministro de alimentos.
La revisión incluyó 129 estudios, con un total de 50 060 participantes, en los que se investigó la excreción urinaria de sodio (NaU) durante 24 horas en poblaciones definidas de individuos independientes (1). El análisis mostró que el consumo de sodio de los participantes, tal y como se establece por la excreción de NaU en 24 horas, se caracterizó por un estrecho margen que se reproduce a lo largo de al menos 5 décadas y en 45 países. Este margen siguió una distribución típica con unos estrictos niveles máximos y mínimos de normalidad.
De acuerdo con los investigadores, el hallazgo de que la ingesta de sodio se ha mantenido igual durante décadas de observación y en un gran número de países pone en duda las percepciones arraigadas de que el consumo de sodio está aumentando y de que este supuesto aumento se debe al contenido de sodio de los alimentos. Estos datos no respaldan opiniones frecuentes como que el consumo actual de sodio supera las necesidades fisiológicas, que se puede reducir significativamente y que dicha reducción se puede mantener en el tiempo. A pesar de que cada vez hay más evidencia que demuestra que la reducción de sal en los alimentos no ayuda a disminuir el riesgo de enfermedad cardiovascular, los niveles de ingesta de sodio recomendados por las organizaciones de la salud de EE. UU. se han ido restringiendo de forma paulatina pero significativa en los últimos 40 años, señalaron los científicos.
El nuevo informe del Instituto de Medicina (IOM) “Sodium Intake in Populations ? Assessment of Evidence” indica que la evidencia que se desprende de los estudios sobre las consecuencias directas del consumo de sodio en la salud es inconsistente e insuficiente para concluir que una ingesta inferior a 2300 mg al día pueda aumentar o reducir el riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular (incluyendo la mortalidad relacionada con los accidentes cerebrovasculares y las enfermedades cardiovasculares) o de mortalidad por todas las causas en la población estadounidense general (2). Según los investigadores, las conclusiones del comité del IOM ponen de manifiesto que el nivel máximo de ingesta de sodio que se venía considerando seguro (2300 mg al día o 100 mmol al día) no está respaldado por la evidencia científica. Más bien sería razonable concluir que el rango saludable de ingesta se encuentra entre 2800 y 5000 mg al día.
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