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Un mayor consumo de ácidos grasos omega-3 podría bajar la presión arterial

Publicado

28 marzo 2014

Un nuevo estudio realizado en Estados Unidos concluye que un consumo adecuado de ácidos grasos omega-3 podría disminuir la presión arterial sistólica y la diastólica.

El meta-análisis incluyó resultados de 70 ensayos aleatorizados controlados (de una duración media de
69 días) para evaluar el posible vínculo entre el consumo de ácido docosahexaenoico (DHA) y ácido eicosa- pentanoico (EPA) y la presión arterial en participantes con presión arterial normal y pacientes con hiperten- sión (1). El análisis mostró que entre todos los participantes que consumieron más DHA y EPA (dosis media de EPA más DHA: 3,8 g al día), la presión arterial sistólica disminuyó un promedio de 1,52 mm Hg y la presión arterial diastólica 0,99 mm Hg, mientras que no se halló un efecto significativo en el caso del pla- cebo. Los efectos fueron todavía mayores entre aquellos con hipertensión, con una reducción media de
4,51 mm Hg en la presión arterial diastólica y 3,05 mm Hg en la presión arterial diastólica.

Los investigadores comentaron que estos hallazgos muestran que los ácidos grasos omega-3 pueden ser tan, o incluso más, efectivos en la reducción de la presión arterial como otros cambios en el sistema de vida, entre ellos la restricción del consumo de sodio o de alcohol y el aumento de la actividad física. La reducción de la presión arterial sistólica entre aquellos con presión arterial alta podría prevenir el tener que tomar medicación para controlar los niveles de presión arterial o que esta de paso a un estado más avanzado de hipertensión.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, un 31 % de ameri- canos padecen hipertensión, 30 % tienen prehipertensión y aproximadamente un 20 % padecen hipertensión pero lo desconocen (2). Solo el 47 % de las personas con hipertensión tienen esta adecuadamente contro- lada. Estudios anteriores muestran que los cambios en la dieta y el estilo de vida, incluyendo la actividad física, la restricción de sodio y la suplementación con aceite de pescado pueden reducir la presión arterial, aumentar la eficacia de los fármacos antihipertensivos y disminuir el riesgo de enfermedad cardiovascular (3).

REFERENCIAS

  1. Miller P. E. et al. Long-Chain Omega-3 Fatty Acids Eicosapentaenoic Acid and Docosahexaenoic Acid and Blood Pressure: A Meta-Analysis of Randomized Controlled Trials. American Journal of Hypertension. Published online March 2014.
  2. Centers for Disease Control and Prevention. Vital signs: prevalence, treatment, and control of hypertension – United States, 1999–2002 and 2005–2008. MMWR Morbid Mortal Wkly Rep 2011; 60:103–108.
  3. Roger V. L. et al. Heart disease and stroke statistics – 2012 update: a report from the American Heart Association. Circulation. 2012; 125:e2–e220.

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