Según una nueva revisión llevada a cabo en EE. UU., el consumo de tres a cinco porciones diarias de frutas y verduras tiene un efecto protector frente al ictus.
Para evaluar el impacto de la nutrición sobre el riesgo de ictus, la revisión sistemática buscó publicaciones que proporcionaran evidencia sólida de una posible relación (1). Los resultados revelaron que el consumo de entre tres y cinco porciones de frutas y verduras al día estaba asociado con un menor riesgo de padecer ictus en comparación con un consumo inferior a tres porciones diarias. No se hallaron estudios suficientes para avalar los beneficios de otros grupos de alimentos y regímenes dietéticos tales como los productos de soja, los alimentos integrales, los productos de origen animal y las proteínas lácteas, así como programas o regímenes alimentarios como las dietas vegetarianas o veganas.
Los investigadores comentaron que los resultados observados variaron, por ejemplo, en el caso del pescado, los productos de origen animal y los alimentos integrales. Sin embargo, la ausencia de correlaciones consis-tentes entre el consumo de estos grupos de alimentos y el ictus puede ser explicada por el hecho de que los casos examinados en este tipo de estudios suelen ser insuficientes, por lo que los resultados tienen escaso poder estadístico. Los científicos admitieron que, debido a la interacción sinérgica de los nutrientes, resulta muy difícil precisar qué nutrientes específicos constituyen un factor de riesgo para el ictus. Por lo tanto, la investigación futura, y en particular los ensayos clínicos, debería centrarse en formular recomendaciones para prevenir el ictus basadas en grupos de alimentos y regímenes dietéticos que sean aceptables y com-prensibles para el público en general.