OPINIÓN EXPERTA
Investigación sobre vitaminas – Prepararse para el futuro
1 enero 2013
Prof. Jeffrey B. Blumberg, Friedman School of Nutrition Science and Policy, Universidad de Tufts, Boston, EE. UU..
18 abril 2012
Una ingesta elevada de vitamina a, betacaroteno o vitamina B1 podría estar relacionada con un riesgo doblemente inferior de sufrir un glaucoma de ángulo abierto que si se consume una cantidad reducida de estos nutrientes, afirma un nuevo estudio realizado en los Países Bajos.
Para investigar si el consumo en la dieta de nutrientes que tienen propiedades antioxidantes o influyen en el flujo sanguíneo está asociado con la incidencia de casos de glaucoma de ángulo abierto (GAA), se documen-taron durante una media de 9,7 años los datos de consumo en la dieta y los casos de GAA en 3502 partici-pantes de 55 años (1). Los resultados del estudio mostraron que los participantes que consumieron una gran cantidad de equivalentes de retinol (vitamina A preformada o provitamina A betacaroteno) o vitamina B1 presentaban un riesgo aproximadamente dos veces inferior de sufrir glaucoma de ángulo abierto en compa-ración con aquellos que consumían una cantidad reducida de estos nutrientes, y quienes ingerían una gran cantidad de magnesio presentaban un riesgo aprox. tres veces mayor de sufrir GAA en comparación con quienes consumían poco. No se observó un efecto significativo de estos nutrientes en la presión intraocular (PIO).
Los investigadores concluyeron que una ingesta adecuada de equivalentes de retinol y vitamina B1 parece tener un efecto protector contra el GAA, mientras que la ingesta de magnesio parece estar asociada con un mayor riesgo. Los hallazgos relacionados con los equivalentes del retinol y con la vitamina B1 estarían en línea con la hipótesis existente de que los nutrientes antioxidantes podrían prevenir el GAA. La interpretación del efecto del magnesio sería menos ambigua. Los resultados del estudio podrían ayudar a desvelar el, en gran parte desconocido, desarrollo del GAA.
El GAA es una enfermedad neurodegenerativa progresiva y, junto con la degeneración macular asociada a la edad, es la causa más común de ceguera irreversible en todo el mundo. Además de la mayor presión intra-ocular, se supone que el estrés oxidativo y un deficiente flujo sanguíneo ocular contribuyen a padecer GAA. Por estos motivos, los efectos de los nutrientes con actividad antioxidante, como los carotenoides, los equi-valentes del retinol y las vitaminas B, C y E, son de gran interés (2).
1 enero 2013
Prof. Jeffrey B. Blumberg, Friedman School of Nutrition Science and Policy, Universidad de Tufts, Boston, EE. UU..
26 julio 2011
Según dos nuevos estudios realizados en Asia y uno realizado en EE. UU., un alto nivel en sangre de ácidos grasos n-3 de cadena larga de fuentes marinas (ácido eicosapentaenoico, EPA, y ácido docosahexaenoico, DHA) y vegetales (ácido alfa-linolénico, ALA) está relacionado con un menor riesgo de diabetes.
18 diciembre 2009
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA por sus siglas en inglés) ha afirmado que los ácidos grasos omega-3, el ácido docosahexaenoico (DHA) y el ácido alfa-linolenico (ALA) pueden beneficiar el desarrollo ocular y cognitivo de los bebés.