No se han registrado toxicidades o efectos adversos para la luteína y la zeaxantina (25, 26).
En estudios de intervención, dosis diarias de hasta 30 mg no mostraron efectos negativos durante un largo periodo de tiempo (27).
Puesto que no se ha comprobado la seguridad de la luteína y la zeaxantina durante el embarazo y la lactancia, las embarazadas y lactantes deberían obtener estos carotenoides de los alimentos antes que de suplementos. No hay ningún motivo para limitar el consumo de fruta y verdura ricas en carotenoides durante el embarazo (26).
Riesgo de cáncer de pulmón
Una evaluación de los datos del estudio de cohorte VITamins And Lifestyle trataba de la conexión entre los suplementos de antioxidantes y la incidencia del cáncer de pulmón (28). Los autores especulaban que un uso prolongado de suplementos de luteína, betacaroteno y vitamina A (retinol) por separado estaba asociado con un riesgo elevado de cáncer de pulmón. Sin embargo, expertos comentaron que el estudio retrospectivo era defectuoso debido a la invalidez de su diseño, la metodología parcial del cuestionario y las cuestionables evaluaciones estadísticas (véase también Opinión de los expertos).
Actualmente, no se ha establecido un nivel máximo de ingesta tolerable (UL) para la luteína y la zeaxantina.
No existen interacciones conocidas con la luteína y zeaxantina.