La coenzima Q10 es producida en la mayoría de los tejidos humanos por el propio organismo. Dado que requiere vitamina B6 para sintetizarse, una nutrición adecuada de vitamina B6 es esencial para la producción de la coenzima Q10 (61).
Entre las fuentes ricas en coenzima Q10 cabe mencionar la carne, las aves y el pescado. Otras fuentes relativamente ricas son el aceite de soja y los frutos secos.
Las frutas, las verduras y los productos lácteos son fuentes en las que se puede encontrar la coenzima Q10 de forma moderada.
Se ha estimado que el consumo en la dieta contribuye a aproximadamente un 25% de la coenzima Q10 en la sangre (57).
Mientras la coenzima Q10 se destruye parcialmente al freír las verduras y los huevos, su contenido no se altera al hervir estos alimentos.
Dado que la coenzima Q10 es liposoluble, se absorbe mejor cuando se ingiere en una comida con grasas.
La coenzima Q10 también está disponible como suplemento dietético. Las dosis para adultos varían entre 30 y 100 mg/día, siendo bastante más alta que la ingesta normal de coenzima Q10 en la dieta.
Se sabe que la suplementación con coenzima Q10 por vía oral aumenta las concentraciones de sangre y proteínas de la coenzima Q10 encargadas de transportar las grasas (‘lipoproteína’) en humanos (9, 62).
