Causas
La deficiencia de hierro es la que se da con más frecuencia en el mundo. En general se identifican tres niveles de deficiencia de hierro (3):
- Las reservas de hierro ha disminuido, pero el aporte de hierro funcional no es limitado.
- El aporte de hierro es lo suficientemente bajo como para afectar la formación de glóbulos rojos, pero no para causar una anemia perceptible.
- No hay hierro suficiente para ayudar a la formación normal de glóbulos rojos, lo cual se manifiesta en anemia.
Las personas más propensas a padecer una deficiencia de hierro incluyen:
- Bebés y niños entre los 6 meses y los 4 años de edad debido al rápido crecimiento durante esta etapa (4).
- La adolescencia también es un periodo de rápido crecimiento. En mujeres, la pérdida de sangre que tienen lugar durante la menstruación requiere un aporte adicional de hierro (4).
- En mujeres embarazadas, el feto y la placenta, así como la expansión del volumen sanguíneo, aumentan las necesidades de hierro (4).
- Personas con pérdida crónica de sangre (p. ej., infección parasitaria del intestino) (1).
- Los donantes frecuentes de sangre, especialmente las mujeres que tienen la menstruación, pueden necesitar aumentar la ingesta de hierro para prevenir una deficiencia (1).
- Personas con enfermedad celiaca, un desorden autoinmune.
- Personas con infección por Helicobacter pylori (24).
- Las personas sometidas a cirugía de bypass gástrico pueden padecer una mala absorción de hierro de los alimentos.
- Personas que siguen únicamente dietas vegetarianas, ya que el hierro procedente de las plantas no se absorbe tan fácilmente como el de fuentes animales (11).
- Personas que practican regularmente entrenamiento intenso de resistencia, pudiendo deberse a un mayor sangrado microscópico del tracto gastrointestinal o una mayor fragilidad y descomposición ('hemólisis') de los glóbulos rojos. (11).
Síntomas
La mayoría de los síntomas de deficiencia de hierro son resultado de la anemia asociada a la misma y pueden incluir cansancio, ritmo cardiaco rápido y respiración rápida al realizar un esfuerzo.
La deficiencia de hierro también afecta a la capacidad de mantener la temperatura normal del cuerpo cuando está expuesto al frío.
Una deficiencia severa de hierro puede causar uñas quebradizas y con forma de cuchara, llagas en las comisuras de la boca y lengua. En algunos casos, una anemia por deficiencia de hierro avanzada puede provocar dificultad al tragar debido a tramas de tejidos en la garganta y el esófago (25).