La deficiencia de vitamina B9 (folato) suele estar causada por una insuficiencia dietética.
No obstante, se puede producir una deficiencia en otra serie de situaciones, como un embarazo o cáncer, que resultan en una mayor división celular y metabolismo y, por lo tanto, crean una mayor demanda de folato en el cuerpo (46).
Hay diversos medicamentos que también podrían contribuir a una deficiencia (Véase Seguridad).
Las células que se dividen rápidamente son más vulnerables a los efectos de la deficiencia de vitamina B9 (folato); por ello, cuando el suministro de folato a las células de la médula ósea que se dividen rápidamente es inadecuado, la división celular se vuelve anormal, lo cual resulta en menos glóbulos rojos, pero más grandes (anemia megaloblástica o macrocítica). La progresión de este tipo de anemia –idéntica a la anemia megaloblástica que resulta de una deficiencia de vitamina B12– ocasiona una disminución de la capacidad de transportar oxígeno de la sangre y puede llegar a causar síntomas de fatiga, debilidad y dificultades respiratorias (1).
Las personas pueden no mostrar síntomas obvios en las primeras fases de la deficiencia de folato, pero el nivel de homocisteína en la sangre puede aumentar.