Según un nuevo estudio realizado en China, las personas con bajas concentraciones en sangre de betacaroteno y vitamina D podrían correr un riesgo mayor de padecer cáncer de esófago.
El estudio de casos y controles midió las concentraciones en sangre de betacaroteno y vitamina D de
100 pacientes de cáncer de esófago diagnosticado y los comparó con los niveles de 200 participantes sanos (1). Los resultados del estudio mostraron que tanto los niveles de betacaroteno como los de vitamina D eran significativamente más bajos en los pacientes de cáncer de esófago que en el grupo de participantes sanos. Cuanto más bajas eras las concentraciones, mayor era el riesgo de cáncer.
Los científicos concluyeron que un aporte suficiente de betacaroteno y vitamina D podría contribuir a pre- venir el cáncer de esófago. Aunque los resutados del estudio fueron en general inconsistentes, algunos ensayos han sugerido que el betacaroteno (2) y la vitamina D (3) podrían tener cada uno sus propios efectos protectores contra el cáncer. Debido a sus propiedades antioxidantes, el betacaroteno podría proteger las células del daño oxidativo, mientras que se cree que la vitamina D podría prevenir que las células cancerí- genas crezcan y se extiendan. En China se diagnostican aproximadamente 250 000 nuevos casos de cáncer de exófago cada año.