Según un nuevo estudio de la American Cancer Society no existen pruebas de que la fortificación de alimentos o la suplementación con ácido fólico aumente el riesgo de cáncer colorrectal.
En el estudio se analizaron los datos de 56.011 mujeres y 43.512 hombres (de edades comprendidas entre los 50 y los 74 años) que participaban en el Cancer Prevention Study II (1). Los datos mostraron que el consumo de ácido fólico proveniente de la dieta iba desde los 175 hasta los 354 microgramos al día, mientras que la media de consumo de folato proveniente de alimentos fortificados, suplementos o multivitaminas iba desde los 71 hasta los 660 microgramos al día. Además, alrededor de 2.000 participantes hacían un consumo por encima del nivel máximo de consumo tolerable (UL, por sus siglas en inglés), de 1.000 microgramos de ácido fólico al día. El análisis de estos datos mostró que ni el alto consumo de folato natural ni de ácido fólico se relacionaron con un aumento del riesgo de cáncer colorrectal. Además, el total de folatos (de todas las fuentes) se relacionó con un 19% de reducción del riesgo de cáncer de colon.
Los investigadores señalaron que estos resultados deberían disipar el miedo a que el consumo elevado de ácido fólico (la forma sintética del folato) esté relacionado con el riesgo de cáncer de colon. Algunos científicos han expresado en ocasiones anteriores su temor de que el ácido fólico pudiera aumentar el riesgo de cáncer colorrectal, sugiriendo que el ácido fólico, y no el folato, podría contribuir a los casos de cáncer bajo determinadas circunstancias, como en pacientes que ya tienen un tumor precanceroso o canceroso.
Un abrumador número de pruebas relacionadas asoció la deficiencia de folato en embarazos tempranos con un aumento del riesgo de los bebés de padecer defectos en el tubo neural, lo que llevó en 1988 a tomar medidas sanitarias de carácter publico en EE. UU. y Canadá, donde se fortificaron todos los productos de grano con ácido fólico. Las pruebas preliminares indican que la medida supone una reducción del 15 al 50% de la incidencia de defectos en el tubo neural. Actualmente, un total de 51 países realizan algún tipo de fortificación obligatoria de la harina con ácido fólico.