Según las estimaciones de un nuevo estudio norteamericano, duplicar los niveles séricos de 25-hidroxivitamina D ha demostrado ser el “modo más rentable de reducir la mortalidad mundial”.
El artículo evaluó el posible impacto en las tasas de mortalidad de incrementar los niveles séricos de vitamina D de 54 a 110 nmol/l en seis regiones geopolíticas del mundo: África, América del Norte, Central y del Sur, el Mediterráneo Oriental, Europa, el Sureste Asiático y el Pacífico Occidental (1). El autor identificó y consideró enfermedades importantes cuyas tasas de incidencia y mortalidad se ven reducidas por el aumento de los niveles séricos de 25(OH)D, como por ejemplo: el cáncer, la enfermedad cardiovascular (ECV), la diabetes mellitus, las infecciones bacterianas y víricas, las enfermedades musculoesqueléticas y las enfermedades neurológicas. A la hora de determinar la solidez de las pruebas, se refirió a muchas formas de evidencia, incluyendo los estudios epidemiológicos como –lo que él considera– una base fiable. Basándose en un metaanálisis de estudios transversales sobre el estado sérico mundial de 25(OH)D, adoptó un valor de 54 nmol/l como nivel sérico medio para todas las regiones incluidas en el estudio. La tasa de mortalidad para las diferentes regiones se obtuvo a partir de los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) pertenecientes a 2004. El cálculo de la disminución de la tasa de mortalidad para cada región se basó en las tasas de fallecimientos y en la relación dosis-respuesta de vitamina D. El autor postula tasas de mortalidad por todas las causas que varían entre un 7,6 % para las mujeres africanas y un 17,3 % para las europeas.
El estudio identificó una fuerte evidencia de que la ingesta de vitamina D puede reducir la mortalidad en muchas enfermedades como la ECV, infecciones y enfermedades respiratorias, algunos tipos de cáncer, esclerosis múltiple, caídas, fracturas y diabetes. En el caso de la diabetes tipo II, esta creciente evidencia se ha visto confirmada recientemente por una nueva revisión (2) que incluía ocho estudios observacionales y once ensayos aleatorizados controlados. El metaanálisis de los estudios observacionales mostró que el riesgo de diabetes tipo II disminuía en un 13% ingiriendo >500 unidades internacionales (UI) de vitamina D al día en comparación con una ingesta diaria de <200 UI.
El autor del presente estudio señaló distintas formas de aumentar los niveles séricos de 25(OH)D entre la población: incrementando la fortificación de los alimentos (aunque advierte que es difícil suministrar una dosis lo suficientemente alta), facilitando el acceso a los suplementos de vitamina D (pese a que es probable que no todas las personas que los necesitan los tomen) y estimulando la producción de vitamina D a partir de los rayos UVB (teniendo en cuenta los efectos adversos frente a los efectos sobre la salud). Abogó por un mayor acuerdo entre los responsables de la política en materia de salud y comentó que “la vitamina D presenta numerosos beneficios para la salud y la sociedad se beneficiaría de unos niveles más altos si se implementaran políticas para aumentar los niveles séricos de 25(OH)d a escala nacional o regional”.