Según un nuevo estudio realizado en Francia, el consumo regular de vitamina D podría estar relacionado con una mayor actividad cognitiva en adultos de edad avanzada.
En el estudio de cohortes participaron 5.596 mujeres con una edad media de 80,5 años, a las que se les administró un cuestionario sobre la frecuencia de consumo de alimentos. Tomando como referente su ingesta semanal de vitamina D, se dividió a las participantes en dos grupos: uno de consumo inadecuado (<35 microgramos por semana) y otro de consumo recomendado (>35 microgramos por semana correspondientes a >400 UI al día) (1). Para analizar la posible relación entre el consumo de vitamina D y el rendimiento cognitivo, se midió el deterioro cognitivo con un cuestionario que se realizó a ambos grupos. Los resultados mostraron que las mujeres con un consumo de vitamina D inadecuado tenían más déficits cognitivos que las participantes con consumo recomendado. Esta relación siguió siendo relevante incluso tras considerar factores como el índice de masa corporal, la exposición solar, enfermedades crónicas, historial de hipertensión, depresión, discapacidad y el uso de antidepresivos u otros medicamentos.
Los investigadores llegaron a la conclusión de que un consumo regular adecuado de vitamina D está relacionado de forma significativa con una mejora del rendimiento cognitivo en mujeres de edad avanzada. Sin embargo, aún está por confirmar si esta relación es causal. También señalaron que pocos estudios han analizado la relación de la vitamina D en la dieta con la actividad cognitiva en grandes grupos de población. Se necesitarían dichos estudios para comprobar si la relación que este señala existe en otros tipos de población. Esto ayudaría a futuras investigaciones a saber si deben examinar con detenimiento o no los ensayos clínicos que estudian los beneficios de la suplementación con vitamina D para tratar o prevenir el deterioro cognitivo.
Algunos estudios anteriores han sugerido que la suplementación con vitamina D podría tener efectos positivos en la función cognitiva en adultos de edad avanzada, ya que la vitamina D se une a los receptores neuronales del cerebro y por lo tanto podría actuar de neuroprotector a través de sus efectos antiinflamatorios y antioxidantes. Otro estudio relacionado ha demostrado la relación entre la deficiencia de vitamina D y la demencia, en especial en la enfermedad de Alzheimer, sugiriendo que la deficiencia de vitamina D es un factor de riesgo perceptible y modificable del deterioro cognitivo (2, 3).