Considerando los peligros de la exposición UV para la piel, la suplementación con vitamina D es el medio más seguro de suministración, asegura un nuevo estudio estadounidense.
En el informe se analizaron descubrimientos recientes sobre cómo la radiación de luz ultravioleta (ultraviolet light radiation, UVR) genera daños en el ADN, inflamación y supresión inmunitaria, lo que conduce al cáncer de piel (melanoma) (1). Está generalmente aceptado que la UVR de la luz solar es un factor de riesgo fundamental en el desarrollo de cáncer de piel melanoma, dependiendo del portador, el lugar del cuerpo, la dosis y la duración de la exposición a la UVR. Se ha comprobado que la mayor parte del daño cutáneo se debe a la radiación UV-B, pero existe una evidencia importante que demuestra que la UV-A también puede causar daños en la piel. Sin embargo, a pesar de las evidencias, el melanoma continúa aumentando debido al extendido uso actual de medios de bronceado artificial y la búsqueda de actividades al sol.
El desarrollo del cáncer de piel se debe a diversos factores, y a él contribuyen vías genéticas discretas y factores ambientales. La UVR que proviene de la exposición al sol sin protección es un factor ambiental fundamental que lleva al desarrollo de melanoma a través del daño en el ADN directo e indirecto, y a través de la modulación inmune, por medio de inflamación e inmunosupresión. La vigilancia inmunológica parece reprimir la formación y progresión del melanoma.
Uno de los efectos positivos de la exposición de la piel a la radiación UV es que esta última sintetiza la previtamina D, que luego es convertida en una forma activa de vitamina D (1,25[OH2] vitamina D) por el hígado y el riñón. La vitamina D es fundamental para la salud humana, siendo su función más conocida la que implica el calcio y el metabolismo de los huesos, pero también puede contribuir a la salud en otros contextos que incluyen el cáncer y la inmunidad. La longitud de onda de la UVR necesitada por la piel humana para la síntesis de previtamina D está dentro del espectro de radiación UV-B, la que desafortunadamente también es responsable de importantes daños para la piel, incluido el desarrollo del cáncer.
Los científicos comentaron que, aunque todavía no se comprendan completamente estos efectos, es importante considerar los peligros conocidos de la exposición de la piel a la radiación UV a la hora de considerar los potenciales beneficios de esta para la producción de vitamina D. Según los autores, sería especialmente importante realizar esta reflexión, ya que la suplementación oral de vitamina D es fácilmente asequible y de bajo coste. Es más, los científicos concluyeron que los suplementos orales ofrecen probablemente métodos más precisos y predecibles para corregir niveles bajos de vitamina D, ya que la exposición UV es altamente variable y depende de factores como la cantidad de piel expuesta, la intensidad de la UV y el grado de pigmentación de la piel.