La deficiencia de vitamina C en las primeras semanas y meses de vida puede perjudicar el desarrollo de las neuronas en el cerebro y reducir la memoria especial, según un nuevo estudio en animales.
Investigadores daneses trabajaron con 30 cobayas recién nacidas asignándolas aleatoriamente a un grupo de entre dos. Un grupo recibió una alimentación con suficiente vitamina C, mientras que el otro siguió la misma alimentación, pero baja en vitamina C (1). Los niveles de esta vitamina causaron deficiencia, aunque no lo suficientemente extrema como para provocar escorbuto.
Después de dos meses, se sometió a los animales a prueba en un laberinto acuático y se midió el número de neuronas en el hipocampo (un componente clave del cerebro que interviene de forma importante en la memoria a largo plazo y la navegación espacial). Los investigadores hallaron que los animales con deficiencia de vitamina C tenían una cantidad inferior de neuronas en el hipocampo y obtenían además peores resultados en el laberinto acuático.
Al comentar las posibles razones para estos efectos, los investigadores señalaron que las mayores concentraciones de vitamina C se encuentran en las neuronas cerebrales. Incluso cuando la ingesta de vitamina C no es muy elevada, la vitamina restante se retiene en el cerebro para protegerlo.
Estudios con ratones especialmente diseñados mostraron que los fetos de ratones que no eran capaces de transportar vitamina C desarrollaban varias lesiones cerebrales similares a las que aparecían en bebés prematuros, las cuales estaban relacionadas con dificultades cognitivas y de aprendizaje más adelante.
Los científicos especularon que la falta de suplementación con vitamina C en personas de alto riesgo, como embarazadas y recién nacidos con un bajo nivel de vitamina C, podría perjudicar el desarrollo normal del cerebro y producir dificultades neurológicas en el futuro. Aunque no es posible extrapolar directamente este nuevo fenómeno en la actualidad, descubrieron que la prevalencia relativamente alta de deficiencia de vitamina C en humanos, incluyendo bebés y niños de hasta tres años, merece más estudios clínicos para aclarar si existe una relación similar con el desarrollo cerebral en humanos.
A pesar de ser tan popular, la deficiencia de vitamina C suele darse con mucha frecuencia.