Un nuevo estudio realizado en Ammán, Jordania, revela que la mayoría de los recién nacidos en esta región presenta una deficiencia grave de vitamina D.
El estudio prospectivo de cohortes midió la concentración de vitamina D en muestras de sangre de 3731 re- cién nacidos durante las primeras 96 horas tras el parto (1). Los resultados del estudio mostraron que el
94 % de los recién nacidos padecía deficiencia de vitamina D (por debajo de 50 nmol/l), con un nivel medio de tan solo 8,6 nmol/l. El nivel bajo de vitamina D en los bebés iba asociado a una menor edad gestacional, a la exposición de la madre al humo de tabaco y al nacimiento durante los meses de invierno, mientras que el nivel más elevado iba parejo a la suplementación con vitamina D y al tiempo pasado al aire libre durante el embarazo.
Los investigadores concluyeron que en Jordania la prevalencia del déficit grave de vitamina D en recién nacidos es considerable, incluso en bebés nacidos durante la primavera y el verano. En su opinión, en esta población es necesario suplementar con vitamina D. La deficiencia de vitamina D es bien conocida en muchos países de Oriente Medio.