Según un nuevo estudio realizado en Canadá, la terapia con vitamina C se relaciona con una reducción del 34% de los trastornos en el ánimo de los pacientes hospitalizados agudos.
En el ensayo clínico se asignó a 55 pacientes mentalmente competentes que recibieran o bien 500 mg de vitamina C dos veces al día o 1000 UI de vitamina D dos veces al día durante un máximo de 10 días (1). Para evaluar los posibles efectos de la vitamina C y la vitamina D en las alteraciones psicológicas, se midió el estado de ánimo de los pacientes y la concentración de vitaminas en sangre al principio y al final del estudio. Los resultados del estudio mostraron que el 56% de los pacientes tenía mermadas las concentraciones de vitamina C (por debajo de los 28,4 micromol/L) y el 9% tenía deficiencia de dicha vitamina (por debajo de 11,4 micromol/L). El 84% mostraba una deficiencia de vitamina D (por debajo de
75 nmol/L). La terapia con vitamina C aumentó las concentraciones en plasma y se relacionó con una reducción del 34% de los trastornos en el ánimo. La terapia con vitamina D incrementó las concentraciones en plasma de 25-hidroxivitamina D, pero no tuvo efectos significativos en el ánimo.
Los investigadores señalaron que el tratamiento con vitamina C de los pacientes hospitalizados agudos con un nivel insuficiente de vitamina C (hipovitaminosis C) podría mejorar el estado de ánimo. El hecho de que el tratamiento con vitamina D no mostrara efectos positivos significativos en los trastornos del ánimo podría deberse a que la concentración alcanzada de 25OHD en plasma estaba por debajo de los niveles recomen-dados en el estudio.
Los pacientes hospitalizados agudos experimentan trastornos emocionales por muchas razones. La hipovi-taminosis C y la deficiencia de vitamina D son muy frecuentes en los pacientes hospitalizados agudos y se relacionan con alteraciones en el ánimo. Por otro lado, se sabe que existe relación entre la deficiencia de vitamina C y el estado psicológico (2). La vitamina C participa en la transmisión neuronal y en el metabolismo de neurotransmisores y su concentración en el líquido cefalorraquídeo es aproximadamente tres veces mayor y está estrechamente ligada a su concentración en plasma. Si las concentraciones por debajo de lo normal de vitamina C en el líquido cefalorraquídeo afectan de forma adversa a la función cerebral, su reposición podría mejorar el ánimo. Además, la vitamina D podría desempeñar un papel importante en la función cerebral y hay algunas pruebas de que la deficiencia de vitamina D afecta al ánimo (3).