Un nuevo estudio realizado en China sugiere que un mayor consumo de pescado, rico en ácidos grasos omega-3, podría estar asociado con un deterioro más lento de la memoria verbal y compleja en adultos mayores.
En el estudio de cohortes se llevó a cabo una encuesta de hábitos alimenticios en 1566 personas adultas de 55 años de edad, o mayores, y se evaluó su desempeño cognitivo durante un periodo promedio de 5 años (1). Los resultados del estudio mostraron que los participantes con una edad igual o mayor a 65 años, que consumían como mínimo una porción de pescado a la semana, presentaron una menor tasa de deterioro cognitivo que aquellos participantes que consumían menos de una porción de pescado a la semana. Estos resultados fueron independientes de un amplio rango de otros factores relacionados o no con la dieta (p. ej. actividad física).
Los investigadores señalaron que aunque la evidencia es limitada, se propusieron varios mecanismos que vinculan a los nutrientes, tales como los ácidos grasos del tipo omega-3 contenidos en el pescado, con la función cognitiva (2). Sin embargo, dado que el pescado es rico en otros nutrientes que pueden favorecer la función cognitiva, tales como magnesio, selenio, vitamina D y varias vitaminas del complejo B, el beneficio del consumo de pescado para la salud podría radicar en la interacción de los diferentes nutrientes contenidos en este (3). Los resultados de una investigación previa sugieren que cualquier beneficio que pudiera aportar el consumo de pescado en el retraso del deterioro cognitivo podría estar limitado a subgrupos de una población específica (p. ej. adultos mayores) o a tipos específicos de pescado (4).