La vitamina C se muestra prometedora para retrasar el proceso de envejecimiento, según un nuevo estudio.
Durante los últimos años, se ha sabido que las células adultas pueden reprogramarse en células con propiedades similares a las células madre embrionarias activando un conjunto determinado de genes. Aunque las células reprogramadas, llamadas células madre pluripotentes inducidas (iPSCs), tienen un tremendo potencial para la medicina regenerativa, la conversión es sumamente ineficiente.
Los investigadores descubrieron que el aporte de vitamina C, un nutriente esencial presente en los cítricos, aumentaba la generación de células iPSC a partir de células humanas (1). La vitamina C aceleró los cambios en la expresión genética y favoreció una transición más eficiente al estado completamente reprogramado. Sorprendentemente, otros antioxidantes no produjeron el mismo efecto, pero la vitamina C parece actuar, al menos en parte, retrasando el envejecimiento celular.
Las células madre se encuentran en la mayoría, si no todos, los organismos pluricelulares. Se caracterizan por su capacidad de renovarse a si mimas por división celular y de diferenciarse en varias células especializadas. Las células madre embrionarias pluripotentes humanas tienen la capacidad de diferenciarse o de convertirse en casi cualquier célula del cuerpo.
Los investigadores en el campo de la medicina creen que la terapia con células madre tiene el potencial de cambiar radicalmente el tratamiento de las enfermedades humanas. Ya existen varias terapias con células madre, especialmente en los transplantes de médula ósea que se utilizan para tratar la leucemia. Los investigadores cuentan con que, en el futuro, puedan aplicar tecnologías derivadas de la investigación con células madre para tratar una gran variedad de enfermedades como el cáncer, la enfermedad de Parkinson, lesiones de la médula espinal, esclerosis múltiple y lesiones musculares, entre otras muchas discapacidades y afecciones.