De acuerdo con un estudio realizado en Corea, el consumo inadecuado de vitamina D parece estar relacionado con la deficiencia de testosterona.
En el estudio observacional se analizaron los niveles sanguíneos de vitamina D y testosterona en 652 hombres mayores de cuarenta años (1). Los resultados del estudio mostraron una asociación independiente entre la deficiencia de vitamina D, definida en términos de niveles de vitamina D por debajo de 20 ng/ml, y la deficiencia de testosterona. Los participantes con deficiencia de vitamina D tenían una probabilidad 2,65 veces mayor de presentar deficiencia de testosterona que aquellos participantes con niveles superiores a 20 ng/ml. Estas asociaciones persistieron aún después de ajustar los datos para los factores edad, periodo estacional, composición corporal, enfermedades crónicas, consumo de alcohol, tabaquismo y actividad física.
Los investigadores señalaron que el estudio indicó un posible papel de la vitamina D en algunos problemas relacionados con la salud reproductiva tales como síndrome de ovario poliquístico y disfunción eréctil (2). De otra parte, también el calcio sérico es esencial para la función reproductiva masculina, especialmente para la espermatogénesis, la motilidad espermática y la reacción del acrosoma (3) Debido a que el metabolismo del calcio es regulado en buena parte por la vitamina D, esta podría influenciar la síntesis de las hormonas sexuales masculinas. La testosterona juega un papel importante en el mantenimiento de la masa muscular, el estado emocional, la producción de glóbulos rojos, la salud ósea y la función sexual (4). Una deficiencia de testosterona podría conducir a una disminución de la libido, a experimentar disfunción eréctil, a desarrollar osteoporosis, experimentar depresiones y a una pérdida de masa muscular. También se ha sugerido que los bajos niveles de testosterona podrían ser un factor de riesgo de enfermedad cardiovascular, cáncer y mortalidad general.