Un consumo mayor de pescado rico en ácidos grasos omega-3 podría estar relacionado con un riesgo menor de pérdida auditiva en mujeres, según sugiere un nuevo estudio estadounidense.
El estudio prospectivo de cohortes evaluó el consumo de pescado de 65 215 mujeres, referido por estas mismas, y los casos de hipoacusia adquirida entre estas durante un período de hasta 18 años (1). Los resultados del estudio mostraron que, en comparación con las mujeres que consumían pescado con poca frecuencia (atún, pescado de carne oscura, de carne blanca o crustáceos), las mujeres que consumían dos o más raciones de pescado a la semana tenían un riesgo 20 % menor de padecer pérdida auditiva. Un consumo mayor de ácidos grasos poliinsaturados omega-3 de cadena larga también se asoció a un riesgo menor de pérdida auditiva.
Los investigadores comentaron que la hipoacusia adquirida es un trastorno crónico de alta prevalencia y a menudo invalidante. Aunque se suele considerar la disminución de la capacidad auditiva como un aspecto inevitable del envejecimiento, la identificación de varios factores de riesgo potencialmente modificables ha ofrecido nuevas perspectivas sobre una posible prevención o un posible retraso de la hipoacusia adquirida. Un suministro de sangre inadecuado a la cóclea podría contribuir a reducir las sensibilidades auditivas, lo que implica que factores vasculares contribuyen de forma importante a una pérdida de audición. El consumo de pescado y una ingesta mayor de ácidos grasos omega-3 como el EPA y el DHA se han asociado a un menor riesgo de enfermedad cardiovascular (2) y cerebrovascular (3) y podrían ayudar a mantener el suministro de sangre a la cóclea gracias a mecanismos similares (4).